Cazando brujas

11-08-2014

Psíquicos y manochantas

 

Siempre me resultó muy interesante cuán propensos somos los seres humanos a tener supersticiones, cábalas y otro tipo de pensamientos mágicos. El mundial fue un gran ejemplo de cómo personas (en todos los otros órdenes de la vida) inteligentes actuaban convencidas de que el resultado de los partidos en Brasil era afectado por el hecho de que ellos usaran siempre la misma remera, se sentaran en el mismo lugar o se reunieran a ver los partidos con la misma gente.

De todas las columnas que hicimos en Basta de Todo con Gerry hasta ahora, la que a mí más me gusta (y una de las más escuchadas) es la que se trató precisamente de supersticiones y cábalas. ¡Hicimos una encuesta antes y los resultados fueron impactantes! Incluso la gente que declara no ser supersticiosa sigue muchas consignas como no pasar el salero de mano en mano o tocar madera para evitar que pase algo malo. Acá pueden escuchar el audio completo o bajarse el mp3.

Todo esto sería solo una curiosidad simpática si no hubiera gente que se aprovecha de este «bug» en la mente humana para engañarnos y tomar ventaja de nosotros. Siempre me impactó la tolerancia que la sociedad tiene con los adivinos, manosantas y demás gurúes pseudocientíficos. Por eso me puse contento cuando leí esta noticia:

Hace un par de años, un juez de Nueva York condenó a Sylvia Mitchell, una adivina de Manhattan, y ordenó su arresto para ser juzgada por robo y estafa. Mitchell se fugó a Francia pero fue apresada y finalmente sometida a juicio. Meses atrás salió la condena y me dejó impactado. La vidente fue condenada a 5 a 15 años de carcel, en un fallo sin precedentes.

 

Cazando brujas

 

Curiosamente, por los abusos realizados hace algunos cientos de años en manos de la Inquisición y otros movimientos religiosos que mataban a mansalva a quienes pensaban distinto con la excusa de considerarlos brujos, la expresión «caza de brujas» tiene una mala connotación: está asociada a la persecución y matanza de minorías inocentes. Sin embargo, resulta claro que en el siglo XXI el sentido de «cazar brujas» debería cambiar y posiblemente perder su asociación negativa.

La historia de Sylvia Mitchell deja muchas puntas interesantes para pensar acerca de nuestra relación con el pensamiento mágico y me gustaría mencionar hoy aquí algunas de ellas, de consecuencias insospechadas:

1) En primer lugar, es inevitable notar que la «bruja» encarcelada se dedicaba a estafar a millonarios de Manhattan. La mayoría de las víctimas de esta gente inescrupulosa suelen ser personas de bajo nivel educativo y socio-económico. ¿Hubiera el resultado sido igual si los perjudicados fueran otros? ¿Es, acaso, más grave robar a los ricos que a los pobres?

2) Felizmente la justicia frenó el mayor engaño de marketing global reciente, pero cuando una marca nos dice que si consumimos tal o cual producto vamos a ser más felices, o cuando incluye sustancias en su producto que desatan nuestro deseo de consumir más en su favor, ¿no está también abusando de nosotros? ¿Debiera ser lícito el marketing? ¿Cuáles debieran ser sus límites? 

3) Distintas técnicas terapéuticas como las Flores de Bach, el reiki o las medicinas basadas en la energía no están basadas en ciencia ni han sido sometidas a testeo riguroso que compruebe su efectividad. Quizá por su popularidad el caso más extremo sea el de la homeopatía, ejercida por médicos prestigiosos pero carente también de fundamento científico. Para hacer la cuestión más complicada, ¡está comprobado que en muchos casos el efecto placebo funciona! Peor aún: una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard muestra que el mero hecho de creer que un remedio inocuo puede curarte puede tener de por sí efectos beneficiosos, ¡¡¡aún cuando los pacientes sepan que lo que están tomando no sirve para nada!!! ¿Qué deberíamos hacer con las personas y los médicos que ejercen estas medicinas alternativas?

4) Cerremos con la situación más delicada… Si tomamos a la religión como una descripción literal, y creo que la mayoría de los religiosos creen en su dogma de esa manera, por definición todas las religiones salvo una (o quizá todas) son erróneas. ¿Es lícito entonces predicar un mensaje que casi con seguridad es equivocado? Cuando uno ve el auge experimentado por las iglesias evangélicas que de a poco han ido cooptando casi todos los antiguos cines para sus oficios resulta al menos sugestivo pensar que detrás de eso hay un negocio multimillonario cuyo fin último no es necesariamente la fe. Si toda creencia basada en la fe es válida, ¿damos legitimidad a cultos paródicos como la iglesia del Espaghetti Volador?

En mi opinión, el combate contra el pensamiento mágico es una necesidad imperiosa. La falta de rigor intelectual aplicada a cábalas del mundial es inofensiva pero en muchas áreas de la vida nos vuelve seres irracionales, imprevisibles, fácilmente engañables. Sin embargo, como este post intenta plantear, las fronteras no son para nada claras sobre cuán lejos habría que llegar.

¿Y ustedes qué opinan?

Foto: Ancient History

30 Comentarios

  1. La ciencia en algunas cuestiones también es una cuestión de fé, por no decir «pensamiento mágico» Por ej, la evolución de las especies sigue sin poder poder explicarse. Y antes de que me salten a la yugular, aclaro que la ADAPTACIÓN de una especie para su supervivencia está comprobada. Pero no la evolución (cambio de género: pez a hombre, mono a hombre, etc, etc). Soy cristiano practicante y me gusta mucho la ciencia, y sinceramente más allá de mi credo, al ver la ingeniería y el equilibrio perfecto del universo (desde las partículas hasta el cosmos) para mí me es más fácil creer, que no creer.
    Como dijo Louis Pasteur: «Un poco de ciencia nos aleja de Dios, pero mucha ciencia nos devuelve a Él»

    Espero que la comunidad escéptica no me mande a la hoguera! 😛

    1. Hola Roni! No creo que nadie te mande a la hoguera acá, pero me parece que no es correcto afirmar que la ciencia es una cuestión de fe… Fijate que una teoría científica nunca puede considerarse una verdad permanente porque siempre existe la chance posterior de que sea falseada por nueva evidencia. Nada más alejado del dogma religioso.

      La ciencia construye una explicación del mundo basada en un método que requiere que cualquiera pueda repetir el experimento que llevó a determinada conjetura, por lo que no hace falta creer ciegamente en la palabra de nadie…

    2. Hola Roni! No creo que nadie te mande a la hoguera acá, pero me parece que no es correcto afirmar que la ciencia es una cuestión de fe… Fijate que una teoría científica nunca puede considerarse una verdad permanente porque siempre existe la chance posterior de que sea falseada por nueva evidencia. Nada más alejado del dogma religioso.

      La ciencia construye una explicación del mundo basada en un método que requiere que cualquiera pueda repetir el experimento que llevó a determinada conjetura, por lo que no hace falta creer ciegamente en la palabra de nadie…

  2. Como muchos otros dilemas de la vida en sociedad, los límites a cualquier actividad no son ni claros ni fáciles de definir de manera democrática.

    Puede que haya algún ideal para cada caso, pero a olvidarse de que sea el mismo para todos los habitantes del país en cuestión.

    Un consultor que ofrece y promete un determinado resultado de su trabajo y, como suele pasar, no cumple, está muy en las cercanías de un adivino o interpretador de borra de café. Uno es un potencial estafador, si se logra comprobarlo, y el otro también. ¿En que lugar se traza la línea que separa aquello que es libre de suceder entre privados y aquello que debe ser regulado por el estado?

    La prohibición de la comercialización de variedades de pensamiento mágico está peligrosamente cerca de la prohibición religiosa, al menos si se es muy coherente con la aplicación de dicha legislación.

  3. Ay! Santiago, de nuevo con esto de demonizar al marketing, el marketing es una disciplina de negocios como cualquier otra, logística, finanzas, project management, etc. Hacer marketing, o llevar adelante estrategias de mercadotecnia no tiene nada que ver con el engaño. Tiene que ver con cubrir necesidades y hacer empresa, si el marketing es el demonio entonces el capitalismo es el padre del demonio, en ese caso debiéramos matarlos a los dos? o quizás reflexionar acerca de cómo es el marketing moderno? Te dejo un post que escribí sobre este tema, no es tan provocador como el tuyo, quizás si igual de infundado, pero es mi opinión, igual que otras tantas. Lo peor es que venís haciendo marketing desde tiempos inmemoriales. Gran abrazo.

    http://sebasp.com/2014/07/15/marketing-2030-revolucion-del-marketing-y-re-creacion-del-consumo/

    PD: El login con TW a tu blog no anda.

    1. Apoyo 100% lo que dice Sebas Paschmann. El marketing tiene como objetivo detectar necesidades y satisfacerlas de la mejor manera posible, hacer de intermediario entre las necesidades y deseos de individuos y organizaciones. Como en toda profesión hay buenas y malas prácticas. Demonizar al marketing y a quienes lo practican es igual que demonizar a la abogacía,(porque hay abogados tránfugas), a la medicina, a los contadores, a los psicólogos, y a tantos otros por culpa de prácticas deshonestas de muchos que ensucian la disciplina. El marketing bien hecho, trae muchos beneficios para todas las partes implicadas. Todos hacemos marketing: desde el momento en que vamos a una entrevista laboral, hasta en un «boliche». Siempre vamos a mostrar nuestras mejores «plumas» o me van a decir que si querés conquistar a alguien te vas a presentar y le vas a decir «Tengo mal aliento y mal humor. Quiero salir con vos».

      Por otro lado, me parece que la cultura y el exceso de racionalización nos va cerrando la percepción y no nos deja captar cosas que suceden a nuestro alrededor y que no podemos ver o tocar, cosas que se nos escapan de lo que percibimos concientemente (energías, etc.).

      Así que, corriendo el riesgo de que me manden a la hoguera a mí también, yo sí creo en que hay muchas cosas que no se pueden explicar desde la ciencia y que se pueden conocer si abrimos nuestra percepción. Como todo: es una cuestión de equilibrio entre razón y sentimiento.

    2. Sebas, para mí resulta bastante claro que en el ansia desenfrenada de vender desde el marketing se vulnera la ética de manera casi permanente. Todos sabemos, por ejemplo, que ninguna compañía tabacalera informaría en los atados de cigarrillos sobre el daño que el producto causa a la salud si la ley no las obligara. De hecho lo hicieron así por años y años. Lo mismo, aunque menos extremo, aplica a las comidas o bebidas que no son saludables pero se presentan como la llave de la felicidad. Viste la peli «La invención de la mentira»? Sin mentira no hay marketing.

    3. Sebas, para mí resulta bastante claro que en el ansia desenfrenada de vender desde el marketing se vulnera la ética de manera casi permanente. Todos sabemos, por ejemplo, que ninguna compañía tabacalera informaría en los atados de cigarrillos sobre el daño que el producto causa a la salud si la ley no las obligara. De hecho lo hicieron así por años y años. Lo mismo, aunque menos extremo, aplica a las comidas o bebidas que no son saludables pero se presentan como la llave de la felicidad. Viste la peli “La invención de la mentira”? Sin mentira no hay marketing.

  4. Tema difícil de comentar por lo abarcativo… casi dejo pasar y solo leer pero…¡te metiste con la homeopatía!!! y ahí me tocaste el corazón.
    No voy a hablar de los inescrupulosos que se suben a una disciplina que no conocen para estafar; voy a hablar desde el conocimiento profundo que tengo de los innumerables tratamientos que ha hecho toda mi familia con médicos, recibidos, con sus respectivas especialidades alópatas y que, hartos de no curar y de los abusos y curros de la industria farmacéutica (que sabe de marketing y de publicidad engañosa una barbaridad), estudiaron otros 4-5 años para especializarse en una disciplina médica que está aprobada en otros lugares del mundo (como España y Gran Bretaña) y que repito, solo pueden estudiar médicos previamente recibidos.
    Creo que poner a la homeopatía al lado de las cábalas o los adivinadores es desconocer el estudio profundo del ser humano que requiere esta práctica. Casi como poner a la psicología en el mismo lugar. Obviamente hay gente que no se cura con homeopatía, ni mejora con el psicoanálisis, como también hay gente que no se cura con la medicina alopática y que a pesar de enormes esfuerzos y gastos mantiene enfermedades crónicas de las que solo mitiga algunos síntomas, que, en muchos casos, es lo mejor que puede hacer la medicina tradicional.
    Nuestra incursión como familia en la homeopatía fue por una bronquitis mal curada de mi hermano a los dos años de edad que no lo dejaba dormir por las noches ni a él ni a mis padres por el lapso de una año entero!. No solo se curó, sino que no tuvo ni un resfrío hasta los 18!! Y no creo que un niño de dos años sea susceptible al efecto placebo 😉 . De allí en más, larga lista de cosas que combatimos desde la homeopatía. Por supuesto no se trata de ser dogmático y no es que no se necesite de una operación o de otras prácticas. El dogmatismo siempre es peligroso, en todos los órdenes de la vida.
    Bueno, perdón por la parcialización del tema, que era más amplio, pero no me gusta que se confudan «chanchos con leones», como decía una maestra mía.
    ¡Siempre desafiantes tus publicaciones!

    1. Hola, Ana. Más allá de la casuística individual, la realidad es que la homeopatía se basa en una teoría de que diluir las sustancias aumenta su potencia por que el agua tiene «memoria» que no parece tener el menor asidero. La entrada de Wikipedia en inglés sobre el tema es demoledora: «Homeopathy lacks biological plausibility, and the axioms of homeopathy have been refuted for some time. The postulated mechanisms of action of homeopathic remedies are both scientifically implausible and not physically possible. Although some clinical trials produce positive results, systematic reviews reveal that this is because of chance, flawed research methods, and reporting bias. Continued homeopathic practice, despite the evidence that it does not work, has been criticized as unethical because it increases the suffering of patients by discouraging the use of real medicine, with the World Health Organisation warning against using homeopathy to try to treat severe diseases such as HIV and malaria.»

    2. Hola, Ana. Más allá de la casuística individual, la realidad es que la homeopatía se basa en una teoría de que diluir las sustancias aumenta su potencia por que el agua tiene “memoria” que no parece tener el menor asidero. La entrada de Wikipedia en inglés sobre el tema es demoledora: “Homeopathy lacks biological plausibility, and the axioms of homeopathy have been refuted for some time. The postulated mechanisms of action of homeopathic remedies are both scientifically implausible and not physically possible. Although some clinical trials produce positive results, systematic reviews reveal that this is because of chance, flawed research methods, and reporting bias. Continued homeopathic practice, despite the evidence that it does not work, has been criticized as unethical because it increases the suffering of patients by discouraging the use of real medicine, with the World Health Organisation warning against using homeopathy to try to treat severe diseases such as HIV and malaria.”

      1. claro… pero yo me referia los topicos en comun con el libro «La Ilusion de Dios» …y tambien hay puntos en comun con «el mundo y sus demonios» de Sagan.

  5. Una señora que conozco es tan pero tan supersticiosa, y muchas veces incoherente con su propia fe católica; entonces le arme un blog donde voy registrando las frases que dice.

  6. Te comento como interpreto conceptualmente tu post:

    Veo dos cuestiones relativamente separadas:

    Por un lado pareciera que una discusión fuera «¿Engañar a otro tiene que ser declarado ilegal, o no?»
    Y luego de eso la otra discusión que aparece es «qué catalogamos como engaño»:
    – La brujería
    – Las cosas inocuas a las que se le asigna un poder
    – La homeopatía, el reiki, la lectura del aura, la astrología
    – Las religiones

    Particularmente no adhiero a ninguna de estas. Las «combato» intelectualmente todo lo que puedo. Publico constantemente los fraudes. Las considero a todas un engaño consensuado (por acción de creer u omisión de cuestionar).

    Pero creo que el asunto de lo legal o ilegal abre dos posibilidades en los extremos:
    1) Todo lo que no está demostrado científicamente tiene que ser ilegal.
    Dado que el humano tiene un bug, algunos humanos se aprovechan de esto. Tenemos que detener a estos estafadores a fuerza de leyes!

    Regulemos todo lo que se pueda regular (esto también tiene algunas contras como que crecerían los controles -léase gente que pagamos con nuestros impuestos-)

    2) Solo es ilegal lo que se hace por la fuerza.
    En algunos de estos lugares te robaron el dinero? Te agredieron físicamente -contra tu voluntad-?
    O en realidad lo que pasó es que vos entregaste voluntariamente tu dinero a cambio de algo en cuya efectividad confiaste (o al menos no dudaste de ella)?

    Esta opción requiere menos leyes y personas con más desarrollo, cuyo incentivo podría ser «trato de aprender e informarme porque no quiero que me jodan».

    En lo que a mí respecta soy partidario de la 2)
    Quiero tener la libertad de ver a un tarotista (aunque sé que nunca lo voy a hacer).
    No creo en casi nada. No soy religioso.
    Pienso que estas leyes logran que nos estafen menos, pero no logran que aprendamos a que no nos estafen, ni a pensar mejor, ni a dudar de lo que te dicen, ni a cuestionar, ni a desarrollar pensamiento crítico.

    1. En un mundo ideal donde toda la gente tiene pensamiento crítico estoy con vos, Adrián. ¿Pero vos viste a tu alrededor? ¿Escuchaste las cosas que conté en la columna que la gente respondió en la encuesta? Andá a cenar con un grupo de amigos relativamente cultos y probá de pasarles la sal de mano en mano y mirá qué pasa… Solo si enseñamos primero a pensar críticamente y ser escépticos podemos dejar librada a la gente a su suerte.

    2. En un mundo ideal donde toda la gente tiene pensamiento crítico estoy con vos, Adrián. ¿Pero vos viste a tu alrededor? ¿Escuchaste las cosas que conté en la columna que la gente respondió en la encuesta? Andá a cenar con un grupo de amigos relativamente cultos y probá de pasarles la sal de mano en mano y mirá qué pasa… Solo si enseñamos primero a pensar críticamente y ser escépticos podemos dejar librada a la gente a su suerte.

      1. No escuché la columna, pero opino que es un tema de madurez e incentivos para madurar.
        Observo, y me río bastante del tema de la sal

        ¿Pero por qué querés proteger a la gente de su propia «estupidez» e ignorancia con leyes?
        ¿Qué mejor incentivo que «que no te pase de vuelta»?

        Y quiénes somos para decirles a los demás que viven equivocados?
        Digo…
        con el mismo derecho podrían venir a querer decirme lo mismo a mí, y
        prohibir cosas que van acordes a mis convicciones. Prefiero conservar la
        libertad de equivocarme.

  7. De lo único que puedo opinar es de lo que decís de la medicina alternativa. Qué es la medicina? el arte de curar… Y si hablamos de curar infecciones y no mucho más que eso, la medicina alternativa no es una opción para mi. Pero todas las áreas de medicina alternativa, homeopatía, ayurveda, y otras, y todas sus ayudantes desde el reiki a la hipnosis… PUeden curar. Una persona puede necesitar ser curada de una angustia, y a veces solo necesita ser escuchada, puede necesitar ser curada de su estrés y que la homeopatía le sirva.
    La mayor parte de mis indicaciones, haciendo medicina alopática no son remedios. Y aun así curan una dolencia. Así que disiento

    1. Maiti,

      Si las medicinas alternativas exaltaran el valor curativo de la palabra o del placebo todo bien. El placebo funciona, como explicité en el post. Y la palabra (y la transferencia) para ciertas cosas también. Lo que no me parece bien es atribuir ese efecto a energías inobservables, propiedades de los objetos que vulneran la física o apelativos espiritistas. A vos sí?

  8. Tengo un rechazo profundo a lo que entendemos acá por pensamiento mágico. El límite debe tratar de trazarse teniendo como premisa el daño que se le causa a un tercero con nuestro pensamiento mágico. El problema es que el tema es muy delicado. Para mi las religiones en general «dañan a millones», pero también calman la angustia de varios millones que encuentran una salida a la angustia que tarde o temprano enfrentamos para tolerar la certeza de la muerte. Sirve o no sirve engañarse? Es parecido al que toma flores de bach y le hace bien. No tiene sentido para mi, pero como juzgarlo o porque luchar para que vea la mentira si en definitiva le hace bien? El pensamiento mágico debe combatirse con ciencia y más ciencia. La ciencia en definitiva es la que va a «matar» a Dios lentamente con su avance. Definamos a Dios como «todo aquello que la ciencia AÚN no ha podido explicar». Saquemosle la barba por favor! Lean el cuento de Asimov «la última pregunta».
    Tiro por último algo muy polémico. Donde entra la Psicología? Ciencia o pensamiento mágico? Aclaro que desde hace unos años me analizo y a mi me sirve, pero ciencia no es. Je, je…, tal vez sea la flor de Bach o la religión por la cual me dejo «engañar»…

  9. Muy interesante todo, incluidos los comentarios y sus respuestas. Me parece que detrás del pensamiento mágico está la especulación, la ambición, el querer recibir mucho a cambio de poco. Por ejemplo, recibir el perdón divino a cambio de decir unas palabras (no de esforzarse a lo largo de años para generar un cambio en la propia conducta para erradicar la causa que nos lleva a cometer ciertos errores); curarse a cambio de tomar alguito (no de cambiar los hábitos de comida, de sueño, de ejercitación, etc.); saber el futuro a cambio de unos pesos (no se tiene la seguridad en los propios recursos para saber que depare lo que depare el destino, uno va poder afrontarlo con dignidad, ante la inquietud e incertidumbre, se paga para alguien al menos diga algo que es más que nada…); dejar de pensar y sentir sobre ciertos temas tercerizando así la vida espiritual para que otros se encarguen (en vez de avanzar en el duro camino de conciliar ciencia y espiritualidad libre de imposturas), acceder a conocimientos o a estados de conciencia elevados con rituales facilongos que prometen resultados en pocos días (en vez de años de estudio y de práctica de una disciplina), etc.

    Hay un nivel más burdo que es el de la superstición, lo de la sal o besar el pan o esquivar las escaleras para no pasar por abajo. Ahí está, lo que llamo el pensamiento «por las dudas» que es muy gracioso, porque tipos pensantes se vuelven imbéciles a la hora de explicar y finalizan con un: «bueno, che, es por las dudas». Para mi, es un efecto colateral que han dejado siglos de religión que fomentado la fe abstracta, en vez de la fe en sí mismo, vaciando de confianza al ser, que luego ante una estupidez «que trae mala suerte» en vez de reírse, siente inquietud, desamparo.

    Estoy a favor de la tolerancia amplia, no de prohibir, ni siquiera las prácticas más jodidas porque confío más en la transmisión de conocimientos que les vaya sacando clientela.
    Comparto algo de un pensador argentino que siempre tengo presente: «… se sabe que es impostura lo que no concuerda con la realidad y lo que elude la verificación individual, a la que todo ser tiene derecho. Las verdades, cuando lo son, no se ocultan ni se imponen. Se descubren a la luz de la razón con el objeto de que el hombre tome conciencia de ellas y las use para. emanciparse de la ignorancia. Lo que se pretende imponer como verdad sólo tiene un fin: esclavizar al ente humano para convertirlo en pasivo instrumento de quienes explotan su credulidad.» González Pecotche.

  10. Que tema! He tenido muchas tertulias 😉 cn amigos sobre este tema y con mi marido de que trasmitir a nuestras hijas. Yo soy muy terminante en esto ya que opino que este pensamiento magico, en particular la religion, hace mas mal que bien a la humanidad. No estoy de acuerdo que esto sea inofensivo, como algunos piensan. Richard Dawkings da sus razones en este documental http://youtu.be/Svfj9QBefCw no muchos se animan a tremendo activismo en contra de estas ilusiones. No conocia los cultos parodicos como el espaguetti volador o el unicornio rosa, gracias! Me rei porque en casa usamos la parodia de lo enanitos verdes invisibles volando encima nuestro en la habitacion 😉
    Lo que no encontre son teorias concretas de porque nuestra mente es propensa a estas ilusiones. probablemente hayan favorecido nuestra supervivencia en el pasado? Conocen alguna teoria concreta que la explique?

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