Las clases que estamos teniendo en Singularity University son absolutamente increíbles. Una oportunidad única de escuchar oradores que te vuelan la cabeza. Y sin embargo hay algo que me deja profundamente preocupado: lo que más me llama la atención mirando lo que sucede en las clases desde una cierta distancia es que, por más que queramos, los estudiantes no logramos prestar atención de manera sostenida.
Parece como si la cultura de la brevedad reflejada en Twitter o TED (cuanto más corto mejor) hubiera destruido nuestra capacidad de sostener el foco de nuestra atención más allá de unos pocos minutos.