Mortales en el Olimpo

Yo no soy hincha del Barcelona. Soy de Boca y de los Green Bay Packers. Y ayer ni pensaba ver el partido. Pero por una casualidad me encontré frente al televisor para los últimos 15 minutos del partido frente a Chelsea. En ese breve lapso vi un fútbol maravilloso, coronado por un gol (para mí mal) anulado, un tiro de Messi en el palo, un jugadón de Mascherano y varias tapadas fenomenales más de Cech. Y me di cuenta, ante la implacable cuenta regresiva, cuántas ganas tenía de que el Barça y su fútbol hermoso ganen…

El partido terminó y me encontré a mí mismo preso de una inesperada tristeza. Tristeza, pero también bronca. Bronca de que un equipo pueda tener 75% de posesión, 85% de pases correctos, jugar como lo hizo el Barcelona tanto en la ida como en la vuelta, y terminar con las manos vacías frente al planteo mezquino del que sale solo a neutralizar y defender. A mí no me gusta eso del fútbol.

Me levanté esta mañana y Mariano Sigman, el apasionado y apasionante físico y neurocientista que ya ha tenido un muy sonado paso por Riesgo y Recompensa, había escrito en caliente estas reflexiones al respecto, que comparto acá con ustedes. Como para que al menos tristeza de muchos sea un poco menos triste.

El descenso de River y la crisis dirigencial argentina

Los que leen este blog hace tiempo saben que, aparte de que me gusta mucho el Football Americano, soy fanático de Boca. Pero ahora que ya están más aquietados los ánimos, y en el día en que se larga la Copa América, quiero hacer una reflexión seria acerca del histórico descenso de Riber a la B y conectarlo con la crisis dirigencial en general que vive la Argentina.

De dones y maldones

Roman

Algunas personas nacen con dones maravillosos. Después, a veces, el ambiente en el que esa persona crece coopera para que ese don se exprese y desarrolle. Y en una tercera etapa, el agraciado portador de ese don puede, o no, poner su cuota de esfuerzo para llevarlo a límites superlativos.

Juan Román Riquelme es uno de esas personas tocadas por una varita al nacer. Él, igual que las demás personas que comparten su suerte, no hizo mérito alguno ni en recibir el don que recibió ni en que el ambiente le permitiera que se manifieste. Y por esa razón, todo don conlleva aparejada una responsabilidad: la de, en esa tercera etapa, poner lo mejor de uno para honrar el regalo recibido.

Martín Palermo es como vos, como yo. No tuvo la suerte de Román. Todo en sus logros es fruto de un esfuerzo obstinado, persistente, conmovedor. Es «patadura». Y lo que es mejor de todo, él lo sabe. Siempre lo supo. Podría haber tirado la toalla. Podría haberse enojado con la vida, compartiendo el campo de juego con talentosos de la talla de Román pensando: «¿Por qué algunos reciben tanto y otros no?». Pero no hizo nada de todo eso. Puso lo mejor de sí para hacer honor a su regalo, aún cuando fuera más modesto.

Pero este no es un post sobre fútbol. O no solamente… Este es un post sobre nuestra relación con nuestros propios talentos, la responsabilidad que implican y la importancia de honrarlos. Sobre la trascendencia de ser una buena persona. Sobre la vergüenza de quedar expuesto como un mezquino.

Menos mal que perdimos

hinchada

Ayer llevé a mis hijos varones a la cancha a ver a Boca. El mayor ya había ido una vez antes, el menor iba por primera ocasión.

Durante toda la semana anterior, las primeras palabras de mi hijo más chico al levantarse fueron: «Hoy faltan x días para ir a la cancha». Así fue llevando la cuenta regresiva…

El día finalmente llegó. La idea era divertirnos y pasar un buen rato juntos, no buscar lecciones de vida. Pero la vida tiene eso… decide enseñarte cosas cuando menos lo estás buscando.

Aquí quiero compartir con ustedes las dos imágenes con las que me quedo de ese rato único con mis chicos.

Una curiosidad matemático-futbolística

Como seguramente la mayoría ya sabe, en Argentina Boca, San Lorenzo y Tigre están definiendo en estos días el campeonato Apertura 2008 de la AFA. Ayer San Lorenzo ganó el primer partido a Tigre por 2-1. Este sábado juegan Boca y San Lorenzo.

Ahora viene la curiosidad: Supongamos que a los 90 minutos del partido Boca está ganándole a San Lorenzo por un gol de diferencia (puede ser 1-0, 2-1, etc). ¿Qué debería hacer Boca durante el tiempo de descuento hasta el final del partido?

Piénsenlo un minuto antes de leer lo que sigue…

La respuesta: Debería esperar casi hasta el pitazo final y antes que el partido finalice hacerse un gol en contra!

¿El Gran DT?

Hace unas semanas estuve en la reunión del Consejo Asesor de Prosperar, la Agencia Nacional de Inversiones Argentina. Ahí Alec Oxenford mencionó un tema que a mí me preocupa mucho: él contó que en una charla hace unos días le preguntó a la audiencia quiénes eran sus empresarios más admirados. Y que todos en la audiencia lo miraron con cara de si estaba loco. Y que, después de pensar un buen rato, la única respuesta que surgió fue Marcelo Tinelli.

Football, el verdadero juego digital!

Aquellos que me conocen un poco saben que una de mis mayores pasiones es el Football… No, no lo escribí mal. No me refiero al Fútbol (aunque también soy hincha fanático de Boca) sino al Football Americano. Este blog no sería un reflejo fiel de quien soy ni estaría completo si no dedico cierto espacio para hablar del tema.

Casi con seguridad la mayoría de los que lean esto y no vivan en Estados Unidos van a pensar: “Uh! Ese juego aburridísimo que dura tres horas y donde se la pasan cortando todo el tiempo?!”. Pero me animo a apostar así, sin saber nada de vos, que si te gustan los negocios, la economía o las finanzas el día que le des al Football una chance ya no lo dejás más.