Ver para creer

La idea de que “hay que ver algo antes de creerlo” tiene orígenes bíblicos. Según el Nuevo Testamento, uno de los apóstoles, Santo Tomás, se rehusó a creer que Cristo hubiera resucitado hasta no ser capaz de observarlo con sus propios ojos. Cuando finalmente se encontraron cara a cara, continúa el texto, Tomás constató que era cierto pero Jesús le reprochó su incredulidad inicial.

Esta máxima de “ver para creer” expresa dos pilares de la experiencia humana del mundo. Por un lado, que fuera del ámbito específico de la fe religiosa, resulta fundamental buscar evidencias materiales como base para formar nuestras convicciones. Por otro, que la vista nos ha resultado siempre el más confiable de nuestros sentidos, el preferido a la hora de separar lo verdadero de lo falso.

Cazando brujas

Psíquicos y manochantas

 

Siempre me resultó muy interesante cuán propensos somos los seres humanos a tener supersticiones, cábalas y otro tipo de pensamientos mágicos. El mundial fue un gran ejemplo de cómo personas (en todos los otros órdenes de la vida) inteligentes actuaban convencidas de que el resultado de los partidos en Brasil era afectado por el hecho de que ellos usaran siempre la misma remera, se sentaran en el mismo lugar o se reunieran a ver los partidos con la misma gente.

De todas las columnas que hicimos en Basta de Todo con Gerry hasta ahora, la que a mí más me gusta (y una de las más escuchadas) es la que se trató precisamente de supersticiones y cábalas. ¡Hicimos una encuesta antes y los resultados fueron impactantes! Incluso la gente que declara no ser supersticiosa sigue muchas consignas como no pasar el salero de mano en mano o tocar madera para evitar que pase algo malo. Acá pueden escuchar el audio completo o bajarse el mp3.

Todo esto sería solo una curiosidad simpática si no hubiera gente que se aprovecha de este «bug» en la mente humana para engañarnos y tomar ventaja de nosotros. Siempre me impactó la tolerancia que la sociedad tiene con los adivinos, manosantas y demás gurúes pseudocientíficos. Por eso me puse contento cuando leí esta noticia:

La verdad sobre los OVNIs

En la nota del domingo en Página/12 se deslizó un tema a la pasada sobre el que hace rato quiero escribir: la existencia de los platos voladores, el Sasquatch, el Monstruo del Lago Ness, Nahuelito, el Abominable Hombre de las Nieves y demás fenómenos que han mantenido intrigada a gran parte de la humanidad por décadas. El misterio, de un modo totalmente impensado, ha sido resuelto.

Creer y saber

Hace rato que Ramiro Ferrer está entre los comentaristas más habituales del blog. Y es una suerte porque sus aportes siempre son agudos y provocadores, pero a la vez respetuosos incluso cuando otros se ponen más bravos. Creo que un ejemplo excelente fue la discusión que se armó hace tiempo en torno a la llegada del hombre a la Luna. Allí, Ramiro se animó a plantear que no existían pruebas suficientemente sólidas y una multitud se le vino encima.

Lo interesante es que yo estoy seguro de que, si tiene que jugársela, Ramiro cree que el hombre SÍ fue a la Luna. Ese no era el punto de su argumentación sino si tenemos que creer acríticamente en eso, aún frente a pruebas insuficientes. En el debate se metieron entre otros grossos como Santi Siri y Old Ben, y si no lo siguieron en su momento les cuento que fue apasionante y los invito a que lo lean. ¡Era difícil sostener la postura escéptica en ese contexto y para mí él se la «re-bancó»!

Hoy Ramiro escribe su primer post invitado, volviendo sobre el tema subyancente al debate anterior: la diferencia entre la creencia y el conocimiento.

El «Gerin Oil» y los males del mundo

Algunas personas, como veremos más abajo e ilustra la imagen de aquí arriba, creen que las religiones son las culpables de muchos de los males de este mundo. Yo creo, de manera más general, que el problema no son las religiones en sí, sino cualquier creencia fanática. En medio del debate sobre el conflicto de Medio Oriente, resulta interesante pensar sobre el rol que las religiones tienen sobre nosotros como personas y nuestras sociedades.

Unos días atrás se desató una gran polémica por una campaña gráfica en un ómnibus en Londres que decía: «Probablemente no hay un dios. Ahora deja de preocuparte y disfruta la vida».

Esta campaña, que continuará la semana próxima en Barcelona, está encabezada por Richard Dawkins, un brillante y polémico científico Británico y la British Humanist Association. Incluso tiene a hoy más de 16,500 seguidores en Facebook.

Dawkins, además de ser autor de uno de los libros que más me gustó en la vida, es uno de los pocos ateos que hacen campaña activa anti-religiosa, como se puede ver en este video de TED.

Antes de esta campaña, uno de los actos más resonantes que hizo en este sentido fue publicar un artículo escrito con mucho humor e ironía donde explicó que la mayor parte de los males del mundo son causados por una sustancia llamada «Gerin Oil». Les dejo a ustedes descubrir qué es esta misteriosa sustancia.

No sé si ese artículo alguna vez fue traducido al español. Yo no lo encontré, así que lo que voy a hacer aquí es traducirlo. Espero que el Dr. Dawkins no se ofenda. No tiene desperdicio.