La vida después de la pandemia, parte 6: Las clases virtuales y el futuro de la educación

La cuarentena forzada por la pandemia tuvo dos efectos contrapuestos: mientras que algunas actividades se detuvieron por completo, otras se vieron transformadas a un ritmo sin precedentes. Una de ellas es la educación. Si bien hace más de una década que se habla de innovación educativa, hasta acá casi no se habían realizado grandes cambios. La suspensión de las clases presenciales nos obligó de improviso a armar una modalidad de emergencia a través de clases remotas y a hacer más cambios en dos meses de los que habíamos realizado en las últimas dos décadas.

El asombro como motor del aprendizaje

Comienza otro año lectivo y en unos días las escuelas volverán a llenarse de chicos. Muchos estarán felices de reecontrarse con sus amigos. Casi todos vivirán ese regreso con resignación, sintiendo que “se terminó la diversión” que implican las vacaciones y comienza el tedio de la escuela. Hace unos meses, en una provocadora charla en TEDxRíodelaPlata llamada “Zombies en la escuela”, Julián Garbulsky comenzó su exposición sentado en silencio, de espaldas a la audiencia, mirando hacia la pantalla del escenario como si fuera un pizarrón. Después de unos segundos que parecieron minutos, todavía de espaldas, rompió el silencio y dijo: “Si egresaste de la secundaria, viviste 10 segundos como estos 3 millones de veces.” Seguramente puedas recordar esa sensación apesadumbrada de fin de vacaciones, que probablemente hayas experimentado durante tu propia infancia.

El desafío de despertar preguntas

Se acerca el comienzo de un nuevo año lectivo y millones de chicos y docentes se preparan para volver a la escuela. En pocos días se repetirá una vez más el antiguo ritual, del que nosotros mismos fuimos parte hace 10, 30 o 50 años. Los alumnos se sentarán en los bancos y los maestros comenzarán a compartir con ellos los contenidos que la currícula impone: batallas del siglo XIX, capitales de Asia, la regla de Rufini o la definición de “hiato”. Los chicos oirán todo y no les importará casi nada. Harán el esfuerzo de memorizar lo necesario para superar las evaluaciones y luego simplemente olvidar. Y es que, más allá de la “rebeldía” de algunas escuelas y docentes que intentan algo distinto, el primer pecado de la educación actual es dar forzadamente respuestas a preguntas que los chicos no se han hecho.

Aprender toda la vida, mi presentación en el Coloquio de IDEA 2016

Coloquio de IDEA 2016

El Coloquio de IDEA es el evento empresarial más importante del país. Allí están presentes todos los principales empresarios y ejecutivos. El año pasado tuve el gran honor de que me inviten a dar una charla y mi presentación causó bastante impacto.

Este año ¡me invitaron de nuevo! El contexto era distinto: un panel sobre «Educación y Empleo» junto a grandes expertos, incluyendo la ex Ministra de Educación de la Provincia de Buenos Aires Silvina Gvirtz, y el actual Ministro de Educación de la Nación Esteban Bullrich.

El desafío era grande. Y decidí darle a mi charla un giro de tuerca inesperado: no hablar de las necesidades educativas de los jóvenes sino de las tuyas y de las mías. Del problema que tenemos hoy los adultos para adaptarnos a lo que viene. Mi idea con esta conferencia fue dejar a la audiencia pensando y espero que a vos te pase lo mismo cuando la veas. Dura solo 10 minutos. Acá te comparto el video:

El desafío de aprender toda la vida

Hace algunos meses hablé en este espacio sobre investigaciones recientes que señalan que la duración del conocimiento actual no llega a los diez años. Esta nueva realidad, sin embargo, no se ha reflejado en el rol que damos y el tiempo que destinamos al aprendizaje como adultos. Hoy quiero volver sobre este tema con una propuesta para un cambio profundo en nuestra vida.

Los nuevos trabajos en Argentina

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Anoche me entrevistó el periodista Pablo Rossi para su programa Conversatorio. La entrevista giró alrededor de los cambios que se vienen en el mundo del trabajo. Fue muy interesante porque en un país totalmente obsesionado con la coyuntura pudimos hablar de los cambios más profundos que se vienen y cómo prepararse para eso.

A mí la entrevista me gustó mucho y me fui contento, pero cuando volvía a mi casa me sorprendí muchísimo de la enorme repercusión que tuvo en las redes sociales, especialmente en Twitter. Montones de personas decían que les encantó la conversación así que decidí compartir el video con los lectores del blog por si tienen ganas de verla.

Acá va! Espero que les resulte interesante!

¿Es posible seguir aprendiendo durante toda la vida?

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Como todo el que haya pasado los 40 años puede atestiguar, aprender algo nuevo se vuelve cada vez más difícil con el paso de los años. Frente a la dificultad creciente, la reacción más natural sería entonces dedicar más tiempo que antes para poder seguir aprendiendo. Y sin embargo, la mayoría vamos dedicando cada vez menos horas a nuestra propia formación y crecimiento personal.

El desafío de desaprender

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A través de la historia, la humanidad fue acumulando conocimiento de manera gradual y lenta. El ritmo al que el saber perdía vigencia era también lento y eso nos llevó a diseñar nuestra vida con una etapa inicial de aprendizaje que incluye unos 10 a 20 años de educación formal e informal, para luego dedicar el tiempo que nos quede a aplicar el saber adquirido en nuestra tarea profesional adulta. En esa segunda etapa, la mayoría dedicamos mucho menos tiempo a seguir estudiando y actualizar lo que aprendimos que en los años formativos iniciales. La aceleración del cambio de las últimas décadas está poniendo en jaque esta manera de encarar la vida.