La Argentina es un país peculiar en muchos aspectos. Algunos interesantes, otros molestos, otros francamente absurdos. En este último grupo está el curioso huso horario que define la hora del país.
Casi la totalidad del territorio argentino está dentro del huso horario -4 (cuatro zonas a la izquierda del Meridiano de Greenwich), y una pequeña fracción en el huso -5. Argentina no tiene territorio en el huso -3. Pero supongo que ya habrán adivinado que en un país como el nuestro, «dónde queda el país» no es un dato demasiado relevante a la hora de decidir qué hora usar, no? Así, todo el país se rige por el huso -3, que ni siquiera toca territorio argentino.
¿Cómo se llegó a este despropósito? La historia es sencilla e incluye una sucesión de errores increíbles.