Ciudades graciosas: ¿Un nuevo nombre para Buenos Aires?

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Acabo de llegar de vacaciones y estoy todavía bajo el impacto de toparme de lleno con lo salvaje que es la jungla de cemento en que vivimos. Así que espero sepan entender que con mi «mood» todavía playero mi primer post de este nuevo año post-vacacional sea una gran pavada!

La cuestión es que llegué a la oficina preguntándome a mí mismo como hacemos para vivir siempre con este tránsito infernal y rodeados de gente que no respeta ninguna norma de conviviencia (especialmente cuando maneja) y me topé casualmente con un tweet que compartía esta nota de FayerWayer, donde cuentan que Topeka, una ciudad de USA, decidió cambiar por un mes su nombre a «Google» y sus habitantes serán los «googlianos».

Eso me hizo pensar cuán embolantes son los nombres de las ciudades por estos lares (al menos en Argentina, pero estoy casi seguro que el resto de Latinoamérica debe ser igual). Acá ponemos nombres de próceres, de militares, de santos. En otros lugares, en cambio, se animan a mucho más que eso. A ver si Macri se inspira y le pone un nombre con más onda a Buenos Aires!

Notas sueltas sobre mi viaje a España

pedrera

La invitación a presentar en La Red Innova y a estar en el Menorca Tech Talk me dieron la excusa perfecta para tomarme unos días de vacaciones y visitar por primera vez España. El viaje incluyó cinco días en Barcelona más los dos que estuve en Madrid para dar mi charla. En pocas palabras, ¡Barcelona me partió la cabeza! Creo que es la ciudad más «disfrutable» que visité en mi vida. Acá van mis clásicas «notas sueltas», hoy con las cosas más serias y en un par de días las más «decontracté».

El mayor país del mundo

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Muchas veces, cuando cuento la historia de Officenet, hago el chiste de que nosotros lanzamos Officenet en Brasil por error. Después siempre aclaro que no es que la decisión haya sido equivocada. Muy por el contrario, fue de las mejores decisiones que tomamos en nuestra historia como empresa. El «error» fue que si yo hubiera sabido realmente lo que es Brasil, no me hubiera animado ni a intentarlo.

Yo creía que Brasil era un país más o menos como el mío. Un poco más grande nomás. Y que la barrera más grande era el idioma. No saben lo equivocado que estaba. Brasil es un país de unas dimensiones colosales. Yo crecí toda mi vida en una ciudad grande como Buenos Aires, y varias veces me encontré a mí mismo mirando Sao Paulo con los mismos ojos pueblerinos con los que me imagino que alguien que se crió en el campo ve la Avenida Corrientes por primera vez. Es un país que aprendí a admirar enormemente.

Si por alguna razón tuvieras que lanzar un negocio en Nueva Zelanda, seguramente encararías la experiencia con la mente bien abierta. No tendrías idea de cómo son culturalmente los neocelandeses a la hora de hacer negocios o interactuar con los demás y encararías la experiencia sin preconceptos. El problema con Brasil es que los argentinos creemos que sabemos lo que es Brasil. Y la gran mayoría no tenemos la menor idea. Al menos yo no la tenía hasta que me encontré a mí mismo penando para tratar de construir una empresa exitosa allá.

Unas merecidas vacaciones…

hamaca

A partir del día de hoy me tomo unas semanitas de vacaciones… No voy a dejar de escribir, pero probablemente baje el ritmo a dos posts semanales hasta Marzo.

Pero antes de irme quiero hablar de cómo disfruté la ciudad en enero.  ¡No hay nada más lindo que Buenos Aires sin tránsito! Pienso que cuando yo era chico había tantos menos autos que la ciudad debía ser siempre así.