Los 10 posts más leídos y los 5 peores

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En este post continúo con la serie «La Cocina del Blog», que espero les sirva a otros bloggers y entretenga a los demás lectores. Esta vez incluyo una lista de los posts que más lecturas y más votos tuvieron, empezando por el décimo puesto hasta llegar al primero. Al Top 5 le puse comentarios.

Como muchos de ustedes se fueron sumando al blog algunos meses después de que comenzó, tal vez pueden encontrar posts interesantes que no hayan leído en su momento.

Y al final de todos, para los que lleguen, el Top 5 de los peores posts!

Medio año al desnudo

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¡¡¡En el día de hoy, mis queridos amigos, Riesgo y Recompensa cumple medio año!!!

Así es, seis meses atrás nos embarcamos en esta aventura de explorar cómo vivir la vida fuera de la zona de comfort.

Y para celebrarlo opté por hacer algo parecido a lo que hicieron hace poco Pablo y Sergio y Digistoria: «mostrar las partes íntimas» hablando un poco de las métricas del blog en este tiempo. A mí me interesó leer las de ellos así que espero que a ustedes les interese ver algo de éstas. Esta serie de posts se llamará «La Cocina del Blog».

Yo soy una persona muy cuantitativa. Cuando comencé me fije tres metas al llegar a los seis meses:

Llegar a 300 visitas diarias (para saber que hay gente que lee lo que escribo)

– Alcanzar los 500 suscriptores (para saber que no es puro tráfico de search o visitantes eventuales)

– Tener un promedio de 10 comentarios por post (para sentir que esto es una discusión y no un monólogo)

Veamos cómo fue…

El futuro de los libros (o la falta de él)

El segundo tema de mi charla con Andy surgió cuando hablábamos sobre las respuestas a mi post sobre la historia de Officenet y Pasión por Emprender. La mayoría de los comentarios apuntaban a que sería interesante que yo escriba un libro también. Y así empezó una discusión sobre en qué medida el blog es una «alternativa superadora» al libro.

Creo que en unos años, cuando le contemos a nuestros hijos que las cosas que uno escribía se imprimían en papel de una manera que ya nunca podía ser modificada y se distribuían de un modo que no admitía ningún feedback ni interacción entre quien escribe y quien lee va a sonar totalmente ridículo.