Los trabajos del futuro

17-06-2017

Imaginate que recibís una carta anunciándote que vas a competir en los próximos Juegos Olímpicos. ¡Ya está! Tenés tu lugar asegurado en Tokio 2020. Pero hay una salvedad: no se sabe aún en qué disciplina te tocará competir. Eso se decidirá en un sorteo el día anterior al comienzo de los Juegos y puede tocarte cualquier alternativa: sea tiro al plato, levantamiento de pesas, maratón, lucha grecorromana o clavado desde un trampolín. ¿Cómo te prepararías para esa competencia?

 

Ese es el desafío que enfrentamos hoy todos con respecto a los trabajos del futuro. Con creciente frecuencia diferentes estudios hablan de la inminente destrucción de empleo que las tecnologías generarán en las próximas dos décadas. Dos tercios de los trabajos actuales, los informes auguran, van a desaparecer. En su lugar surgirán roles nuevos muy diferentes de los que hoy desempeñamos. El cambio no será tan repentino, hay tiempo de irnos preparando. Pero prepararnos, ¿para qué? ¡Lo único que sabemos de esos nuevos empleos es que no tenemos idea de cómo serán!

 

El problema, de todos modos, es mayor de lo que parece porque la mayoría de las personas desatendemos las alertas. A pesar de que ve en los medios cada vez más notas sobre estos temas, seguimos adelante con nuestra vida sin hacernos cargo de lo que acabábamos de leer. ¡Dos de cada tres trabajos actuales pronto dejarán de existir!

 

Hace unas semanas en mi columna radial hablé sobre esto y realicé antes una encuesta a varios miles de personas para incorporar los datos en la preparación del material. Los resultados fueron claros: 71% de las personas creen que su trabajo no desaparecerá. Y aún cuando pasara, 69% se considera ya preparado para los nuevos trabajos que surjan. ¡El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo como tal!

 

Armando la columna consulté también a los Gerentes de Adquisición y Retención de Talento de varias de las mayores empresas que operan en el país. A ellos les pregunté qué rasgos eran los más buscados al seleccionar un candidato hace 10 años, cuáles ahora y cuáles estimaban que serán los necesarios de aquí a una década. La conclusión fue reveladora: antes se buscaba conocimiento técnico y dedicación, es decir, habilidades duras y cumplimiento de normas. Hoy lo más importante es el trabajo en equipo, la empatía y la resiliencia, habilidades más blandas. En el futuro la clave será la flexibilidad, el aprendizaje continuo y la creatividad/innovación, habilidades mucho más blandas aún y la capacidad ya no de cumplir sino de romper las reglas.
La visión de estas personas nos da una pista de cómo prepararnos para los “Juegos”: no importa tanto aprender cosas específicas como desarrollar la capacidad de seguir aprendiendo de manera constante e incentivar nuestra creatividad. Quizá una primera pregunta para que te hagas sea si te parece que esas son las habilidades que privilegia la institución que hayas elegido para educar a tus hijos. Si apunta sobre todo al conocimiento técnico y el cumplimiento de normas, ¡tus chicos se están preparando para el año 2005 en vez del 2025! La siguiente pregunta que te propongo pensar es si estás anticipando correctamente los cambios que se avecinan en tu propia actividad profesional. Y finalmente, la última cosa para que te cuestiones es qué lugar ocupa tu propia formación en tu vida y qué habilidades  estás priorizando desarrollar. ¿Te estás preparando para seguir aprendiendo siempre y para romper las reglas? Seguramente sea la clave para tu trabajo del futuro.

3 Comentarios

  1. Es asi Santi es un incognita que sera de nuestros trabajos, pero intuyo que todo lo referido a la industria del entretenimiento con menos carga horaria de trabajo sera un desafio desarrollarla o no?

  2. Últimamente leí demasiadas notas y hasta salió un libro del trabajo del futuro o el futuro del trabajo. La mayoría tiene visiones bastante apocalípticas al respecto. Los trabajos evolucionan al ritmo del avance tecnológico. La tecnología es un comodity lo que hace la diferencia es el factor humano y comparto con vos que la flexibilidad, el aprendizaje continuo y los vínculos persona-persona y persona-maquina son los que hacen la diferencia.

  3. El trabajo, como todo, debería vovler a tapear en l emoción básica del ser humano que tanto se ha dejado de lado por generar dinero y placeres inmediatos. Formas de trabajo que nos den más satisfacción, mejores relaciones interpersonales, ser más genuinos, flexibles y sinceros, tolerantes sin dejar de dar una opinión. Al igual que la comida: volver a lo orgánico, lo que nos hace bien. A esto hay que sumarle el gran desafío tecnológico que debería acompñar sanamente esta evolución, pero todoa virtud llevada a un extremo se convierte en defecto.. Atención con la medida en que se lo usa! No abusar.. sino utilizar. El trabajo no puede dejar de existir, pero sí la forma de trabajo arcaico, sin comunicación y sólo técnico-mecánica. Esa durará poco.. Hace falta creatividad y poner el alma/esencia de uno mismo en el día a día. Volver al origen.. de uno mismo.

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