Por qué no es dulce lo dulce y otros engaños de nuestra mente

13-01-2012

Una de las mejores charlas TED que ví en mi vida es una que dio el biólogo Dan Dennett llamada «Adorable, sexy, dulce, divertido». Allí, Dan deja patas para arriba de una manera completamente antiintuitiva muchas ideas que todos tenemos. Resumido en pocas palabras, Dan argumenta que «la miel no nos gusta porque sea dulce: es dulce porque nos gusta» (nos hace bien).

Es decir, «no hay nada intrínsecamente dulce en las moléculas de glucosa». «Nuestro gusto por los dulces es un evolucionado detector de azúcar porque el azúcar tiene alta energía» y el cerebro inventa señales como la «dulzura» para marcar con una reacción cerebral de satisfacción aquellas cosas que nos hacen bien. «Si vos pensás que primero existió la dulzura y nosotros evolucionamos para que nos guste, entendiste todo al revés!«.

Luego Dennett lleva su argumento a terrenos más interesantes, como la sensualidad femenina.

A los hombres no nos gustan las mujeres así porque son sexies! Las vemos sexies porque algo en ellas (el ancho de las caderas, el tamaño de las mamas, etc.) son indicadores potenciales de elevada fertilidad. Si las mujeres más fértiles fueran, por ejemplo, las más peludas, la mujer más sexy del mundo sería la versión femenina del «Tío Cosa» de los Locos Addams.

Un último ejemplo: no es que los bebés nos gustan porque son adorables. Es que los vemos adorables porque hace falta que nos gusten. «Si los bebés tuvieran esta apariencia, eso es precisamente lo que nos parecería adorable!».

Toda esta intro es para rescatar tres ideas que me parecen muy interesantes e importantes:

a) porque permite entender que las cosas no tienen propiedades intrínsecas sino que nosotros las creamos en nuestra mente para marcar lo bueno de lo malo;

b) porque nuestro cerebro evolucionó para un mundo muy distinto en el que no había hamburguesas de Mc Donalds, mega tortas de chocolate ni Photoshop para retocar las fotos de modelos. Y metidos en ese mundo, muchas de las señales resultan equivocadas premiando «superestímulos» que en realidad nos hacen mal.

c) porque estos defectos en nuestros «detectores» pueden ser abusados, intencionalmente o no.

Déjenme darles un ejemplo de este último punto. Hace unas semanas atrás, junto a un grupo de amigos hicimos un experimento tomando unas pastillas de una fruta llamada «la fruta milagrosa». ¡No piensen mal! Esta fruta no tiene ningún efecto alucinógeno ni nada parecido. No actúa sobre el sistema nervioso. Simplemente «engaña» a nuestra lengua, de manera que las papilas que sienten el sabor «ácido» informen que están sintiendo «dulce». Y cuanto más ácido es algo, más dulce se siente.

En el experimento, cortamos montones de frutas ácidas para probar, pero lo más interesante es directamente exprimir jugo puro de limón. Antes de empezar, se toma un trago y la reacción es obvia: una inevitable cara de profundo desagrado. Se toma la pastilla y ¡en apenas un minuto el jugo es la bebida más rica que probaste en tu vida! (si tienen alguien que vaya a viajar a USA se pueden comprar en Amazon).

Lo interesante es que tomar mucho jugo de limón puro no es bueno para nosotros. De nuevo, los limones no son ácidos en sí mismos. Creamos esa señal porque es algo que no deberíamos tomar. Pero trastocados nuestros sentidos, nos peleábamos por quién se tomaba el jugo que quedaba, hasta que alguno terminó con dolor de panza.

En definitiva, es muy importante al transitar por el mundo saber que las cosas no tienen propiedades intrínsecas sino que nosotros las creamos en nuestra mente, que tenemos que cuidarnos de los estímulos erróneos modernos que nos hacen desear cosas que nos hacen mal, y saber que si nuestros sentidos son engañados (como muestran de manera genial estos dos videos!) podemos terminar haciéndonos daño a nosotros mismos con una sonrisa.

Foto: Meshal

15 Comentarios

  1. Tambien entra en juego el bagaje cultural, porque no es lo mismo los parametros de belleza de occidente que de oriente ….

    A mi el jugo de limon me encanta… siguiendo tu teoria a mi me haria bien por eso recibo estimulos de placer cuando tomo jugo de limon?? mmm es medio raro…

    1. Tratar los factores químicos cómo única variable que condiciona las respuestas de los seres humanos puede resultar simplista. Ejemplo de esto es ¿por qué el fumador vuelve a fumar si el primer cigarrillo le pareció desagradable?
      a. Porque la nicotina hace que se libere dopamina.
      b. Porque la publicidad tira mensajes subliminares (slim, aventura, libertad, mujeres y hombres sensuales, etc).
      c. A, B, y otras variables pueden ser correctas.

      Las mujeres nos gustan de determinada manera por la cultura o por su potencial pro-creador?
      Es una discución que se viene dando desde la edad media. Creo que la respuesta la tiene el video del mago. Cuando hacemos foco en una variable quizá nos estemos perdiendo otras.

      Muy interesante el blog.

  2. Qué interesante!

    Releyendo el artículo, se me ocurre que:

    – por un lado, nuestro cerebro es el que nos envía ciertas señales, fabricando «entelequias» (pues si la glucosa no posee propiedades «dulces», nuestro cerebro «fabrica» esa propiedad inexistente en la glucosa… no existe, la inventa).

    – por otro lado, siguiendo con el ejemplo de la miel, la glucosa y lo dulce, este último término, no es más que un aporte para representar, por medio del lenguaje, aquello que nuestro cerebro interpreta del estímulo recibido por la glucosa, independientemente, de si culturalmente, asociamos lo dulce a algo que nos hace bien (nos gusta).

    Es claro que los conceptos de sensualidad o belleza, son muy relativos, dependiendo del enfoque de quien lo juzga y de su propio concepto de sensualidad y belleza. Incluso el concepto de «adorable», es tan relativo como los anteriores. Pero el concepto de dulce, por ejemplo, creo que es algo más que una convención cultural. Es decir, el concepto de «dulce» no es tan relativo, como el concepto de belleza. Por dulce, entendemos a la glucosa. Y la glucosa, ¡es glucosa! Y su sabor, es independiente de lo que nos genere. De hecho, una persona con diabetes, no negaría que el dulce de leche sabe a glucosa, simplemente porque le genera un daño. Yo, no niego que el dulce de leche es dulce y sin embargo, lo aborrezco (me genera una importante sensación de asco!!).

    Entonces, me parece que si bien el cerebro «fabrica» estas entelequias (no existen dichas propiedades y no son más que meros «conceptos» sumamente abstractos e intangibles como tales), no necesariamente están asociadas a si nos hacen sentir bien o no. En algunos casos, simplemente dependen de la convención lingüística que adoptamos para referirnos a ellos (el caso de «dulce»).

    Y por cierto, con esto de enterarme que «dulce» no es una propiedad real, me siento como niña que acaba de enterarse que los reyes, son los padres… 🙁

  3. Soy gordito, ansioso, cada dos años estoy viendo a una nutricionista que me limita la mayor parte de mis placeres gastronómicos.
    Una de estas dietas tenían una vez en la semana un bife de peceto, magro, a la plancha. Era el día mas esperado por mi. El bife salia muchas veces crudo, sin embargo era lo mas delicioso del mundo.
    Un día fuera de esta dieta impuesta, me puse a pensar en el sabor del bife jugoso casi crudo mientras lo comía…
    …los invito a que hagan la prueba. lo mismo con la hamburguesa y las papas.
    Saludos.

  4. MMMMMmmmm!!!Se me ocurren muchas aplicaciones para la pastillita mágica (como darsela a mi hijo antes de darle algún remedio, pero también para animarme a probar ese batido de huevos crudos que ingiere Rocky o hacerle comer a alguien mis comidas…GUACALA!!) Tal vez, deliremos, si los sabores en sí nunca existieron, se trata de residuos de lo que nuestros antepasados consideraban «bueno» y «malo», grabados ha fuerza de insistencia en sus hijos y por costumbre, hasta en sus células y de allí al ADN (SIC!!!!!!). Yo, sin embargo, debo tener alguna (´s ) fallas en la asimilación porque siempre me pareció QUE LA MIEL ERA AMARGA, de taaan dulce es como que me resulta amarga, como el caramelo que se prepara con el azucar sola al fuego: TOO MUCH SUGAR, pero siempre creí que era por eso de que «los extremos se tocan» ( a caso cuando tocamos hielo, de taan frío, no nos parece QUEMAR???)

    Paola, delirius, Churruca. SALUDOS!!!

  5. Creo que el post se resume muy bien en:

    » junto a un grupo de amigos hicimos un experimento tomando unas pastillas»

    Despues de eso todo era posible, los limones eran dulces, los dromedarios volaban y los Broncos le ganaban a los Pats.

  6. ¡Hola! Desde hace unos doce años llevo adelante la cruzada de informar que las tradicionales infusiones café, te y mate no son amargas y que agregarles azúcar oculta el verdadero sabor. Creo que ciertos gustos se pueden entrenar. ¡Saludos!

  7. Excelente! Lo unico que agrego es que, a mi entender, Dennett filosofo, no biologo. Muy buen post! Muchas gracias por compartirlo. Siempre encuentro ideas excelentes y mucha pasion en estos posts.

  8. Santiago, no me cierra lo de que «las cosas no tienen propiedades intrínsecas». Ponele que la dulzura no lo sea, pero ¿la energía que tiene la miel o la fertilidad de la mujer no lo son?

    Si pruebo las pastillas esas te cuento. Saludos y go Pats!

  9. Hace unas semanas estuve en Jardín Botánico Lancetilla en Tela, Honduras. Y una de las miles de plantas que tienen ahí, es la «matasabor». Los dos amigos hondureños que me llevaron a conocer el parque me contaban de las raras cualidades de la planta.
    Me pareció sumamente loco, y justo ahora leo esto en tu blog. No me esperaba que lo comercializen como Viajes de Sabor!, pero si me parecía que sería una experiencia interesante para vivir.
    Saludos!

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