Lo importante es NO competir

07-09-2011

Existe un refrán que dice que «lo importante es competir». Esta pequeña frase hecha, en realidad, en el fondo sostiene exactamente lo opuesto de lo que parece afirmar en su superficie. No habla del valor de ser competitivo, sino que usa esa idea para relativizar la importancia de tener éxito en lo que hacemos. Desenmascarada en su versión completa, es algo así como: «No importa ganar, lo importante es participar«.

En la Argentina, esta idea de que la competencia (incluso la más sana) es mala, es algo que inculcamos en nuestros niños desde una edad temprana. Nos horrorizamos si nuestros hijos muestran cualquier esbozo de espíritu competitivo. Pero eso no es así en todas las culturas. Hay otras que glorifican el «fuego sagrado».

Esta manera de pensar termina permeando casi todos los aspectos de la vida, incluyendo la manera en que se hacen negocios. Así, construimos una economía concentrada y corporativizada. Una en la que los lazos entre «competidores» son mucho más fuertes que sus oposiciones y donde el consumidor siempre pierde, incapaz de encontrar una brecha en el monolítico armado oligopólico.

Yo creo que no hay mayor ni mejor fuerza de cambio e innovación que la competencia. Y tampoco mayor poder para mantener a raya a los empresarios en su capacidad de abuso y forzarlos a hacer lo que en Argentina generalmente odian: tomar riesgos.

Hace un par de meses vivimos un ejemplo impactante de esto. Todos los que habitamos en Buenos Aires sabemos que el transporte público de colectivos en la ciudad tiene un nivel muy pobre. Las frecuencias son insuficientes, se viaja de pie y hacinado, sin aire acondicionado.

Con este orden de cosas, hace un poco menos de dos meses una empresa osó hacer lo impensado: invirtió dinero en ser más competitiva, creando un recorrido nuevo con frecuencias cada dos minutos, donde todos viajan sentados, con aire acondicionado y que recorre la distancia en 40% menos tiempo a un costo un poco superior.

Interesante… ¿Será esta la chispa de «desafío» al statu quo lo que permita que finalmente los usuarios podamos viajar mejor? ¿La que haga que finalmente las líneas peleen por brindar un mejor servicio? No. No, si todos los demás empresarios de colectivos actuan concertadamente para impedirlo.

Por eso, reflexionando sobre esta experiencia y para ayudar a todos los que estén planeando empezar un emprendimiento o ya tengan uno se me ocurrió hacer esta «Guía en cuatro pasos para para aprender a hacer negocios en la Argentina»:

1) Ante la aparición de cualquier empresa que pueda forzarnos a tener que competir, se informa a la opinión pública del atropello y se anuncia una protesta que ocupe el espacio público e impida la circulación de todo el mundo. En el caso del tema mencionado arriba, por ejemplo, ayuda tener 1500 colectivos para bloquear todas las calles del centro porteño.

2) Se solicita la intervención de la autoridad correspondiente, bajo la velada amenaza de paralizar la ciudad, y se le explica por qué es sumamente nocivo para la actividad empresaria tener que competir. Argumentos interesantes que se pueden usar: la nueva empresa «perjudica a toda la competencia» y «opera en contra de la normalidad».

3) Se consigue que la autoridad competente intervenga para castigar al descarriado. En esto ayuda si esa industria recibe miles de millones de pesos en subsidios de dicha autoridad. Obtenida la intervención para embromar al consumidor, se levanta la protesta.

4) Solucionada la crisis, se aumenta el nivel de concentración del negocio en unas pocas manos, para facilitar la coordinación posterior y minimizar la chance de que aparezcan otros «desquiciados», ignorantes, maleducados, que no hayan aprendido bien de sus padres que «lo importante es competir».

PD: Será políticamente incorrecto o hasta cursi, pero cuando yo quiero motivarme, pocas cosas me motivan tanto como esta preparación para competir, y después escuchar esto y acordarme del «Ojo del tigre».

36 Comentarios

    1. Es la primera recomendación que también se me ocurrió hacer. Retrata de manera notable este tipo de situaciones, que no son exclusividad de nuestro país.

    2. Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias mas que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podra afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada. Ayn Rand (1905-1982).

      Más claro, echále agua. La parte de los burocratas queriendo participación en las ganancias de las empresas es dolorosa de tan real (Moyanito dixit…)

  1. Santi, sabes que hace rato vengo viendo esto mismo justo con el ejemplo de la linea 194. Empecé analizándolo con lo de las telefónicas/isp/cable, rubro en el cual pasa algo parecido.
    Sin embargo creo que en este caso hay algo que diferencia. Pese a que está bárbaro pagar una moneda mas y viajar cómodo, hay algunos puntos a considerar:
    -Varias lineas nuevas implicarían más trafico, mas tiempo de viaje, por lo que si no se limita eso, en un tiempo puede ser un caos.
    -La empresa que tenga un servicio premium, como se acostumbra en aryentainland, va a dejar arruinado su servicio común para impulsar el otro, por lo que el tipo que viaja en el común no va a estar demasiado contento. Acorralandonos a pagar más por el transporte.

    Entre otras cosas, creo que son los factores más importantes estos dos. No sé si esta bien a mediano y largo plazo. Habría que ver que medidas se pueden tomar al respecto para que el mercado compita sin efectos secundarios para los que viajamos en bondi todos los días.

    1. Como decís, está el riesgo que hagan como con las naftas y que después sólo encuentres Fangio, pero creo que la solución, especialmente siendo un servicio público (y subvencionado), es definir y hacer cumplir un estándar mínimo de calidad en el servicio básico, y no limitar las mejoras.
      ¡No nivelemos para abajo!

    1. Axel, hace un tiempo de casualidad escuche a dos personas que trabajan o trabajaban en el subte y venían hablando de este tema.
      Y la verdad que tienen razon!
      El tema es así, para hacer la recarga vos como usuario tenes que apoyar la tarjeta sobre el aparatito y el operarador del otro lado tiene que digitar el importe a cargar en la parte de atrás de dicho aparato. Vos de tu lado por ahí no lo note pero para ellos el aparato esta lejos y varios centímetros por encima de la altura del hombro.
      Repetir ese movimiento por ahí miles de veces, es bastante molesto y puede generar problemas de salud.
      Lo que ellos pedían (las personas que yo escuche) era un teclado numérico en su mesa de trabajo para no tener que levantar el brazo tantas veces.
      Ojo no justifico las formas de protesta y los cortes de servicio, pero la verdad que la solución para este problema es bastante clara.

  2. Si hay algo que te destaca como empresario/entrepreneur/inversor/blogger/etc es esa capacidad intelectual superior que tenés para referirte a cuestiones que son típicamente polarizadas según quién hable de ellas. Este post es prueba de ello.
    No me parece tan importante si esa línea de colectivos es mejor o peor que las demás, sino qué tipo de debate abre, y cómo se lo encara. El modelo argentino de usar el tackle en vez del scrum (sepan disculpar la analogía con el rugby) cada vez que se pueda nos ha formado como sociedad de «impedir» en lugar de sociedad de «empujar hacia delante». Siento que en Argentina se defiende el ROI a cómo dé lugar, incluso cuando ya el modelo haya o fracasado o quedado obsoleto. Como innovar es caro, difícil y no está en el ADN de muchos, el «recurso de amparo» es la herramienta más a mano.
    A fin de cuentas, la gente hace lo que puede para defender lo relativamente poco que tiene, y hace de esa defensa una filosofía de vida. Cuando surgen nuevos empresarios y emprendedores como parte del ciclo natural de recambio, éstos vienen con ideas bastante poco generosas y defensivas en extremo, lo que lleva a incontables ejemplos como el que das en este post.
    Los empresarios hacen cosas retorcidas para no ser pasados por encima, y la gente hace cosas retorcidas para que sus empleadores no los pasen por encima, alimentando el ciclo vicioso eternamente.
    Una curiosa ironía del capitalismo, que facilita la ganancia individual a costa de lo colectivo, pero que si se hace de forma homogénea, más o menos salen todos bien parados, como en los países nórdicos de Europa.
    Los operadores del Subte obtienen beneficios desproporcionados, y eso causa tendinitis en los empleados…

  3. Acá en Rosario pasó eso (en referencia a los 4 pasos) cuando llegó Grido desde Córdoba. Las demás heladerías salieron con los tapones de punta debido a los bajos precios de Grido, sin embargo los productos eran diferentes (helado artesanal vs helado industrial) ¿Porqué tanto alboroto entonces?

  4. Cuando vamos a aprender que lo mejor es la libre competencia??
    De esta manera los que salimos beneficiados somos los usuarios.

    EXCELENTE EL POST_!

  5. Estos conceptos están en el nervio de nuestra cultura. Los que tenemos la suerte de viajar seguido por trabajo vemos nítidamente esto por contraste. Se me vienen a la cabeza algunos ejemplos de tantos:
    En Rosario las heladerías tradicionales le hacen un piquete a la llegada de «Grido» una franquicia cordobesa que revoluciono el mercado vendiendo a mitad de precio con un producto similar.
    En muchos lugares del interior del país, la farmacias tradicionales le piquetean a farmacity y hacen lobby con los intendentes, casi siempre con éxito.
    Las empresas textiles de Argentina piquetean a sus pares chinos para poder vender algo de menor calidad al triple o más.
    Para subir soja desde el suelo a camiones hay máquinas cada vez más veloces, pero la UATRE obliga a los productores a contratar personal para palear un mínimo de la carga total (en cualquier momento decretan el uso de cucharas).
    Es excelente esta nota porque esto se ampara en la excusa de «proteger» las actividades, empleos, etc. pero logran todo lo contrario, el estancamiento productivo, por ende de generación de empleo de calidad.

  6. Hay varias cosas del post que me hacen ruido.
    No sé muy bien de dónde sale que los padres no incentivan a sus hijos a la competencia, cuando he visto casos contrarios, hasta patológicos se podría decir.
    Después, estás hablando de un servicio público subvencionado por el Estado, donde el objetivo no es, al menos en concepto, generar ganancia, sino brindar un servicio a la comunidad. Si no hubiera un acuerdo general entre las empresas de colectivos, habría zonas que no generan ganancia que tendrían aún menos calidad de servicio/frecuencia/etc. O acaso la competencia y el libre mercado haría que todo se acomode perfectamente?
    No pongo las manos en el fuego por nadie de todos modos… está claro que es todo un negocio y estoy de acuerdo que a muchos les conviene no tener que competir directamente.
    Lo que me interesa sería saber si te parecería bien que hubiera menos frecuencia en zonas poco rentables, o si acaso eso no pasaría nunca por algún factor que desconozco del funcionamiento del mercado.

  7. En Resistencia y Corrientes pasó lo mismo.

    Ambas capitales, que están a 15 km de distancia entre sí, están unidas por el servicio de dos empresas de colectivos desde hace años, en los que las personas viajan abarrotadas, sin aire acondicionado (con lo que es el verano en esta zona), con frecuencias irrisorias.

    A principios de año entró otra empresa amparada por un fallo judicial ofreciendo colectivos con wi fi, aire acondicionado y mejores frecuencias. Las otras empresas pusieron el grito en el cielo e impidieron que siga operando, prometiendo nuevas unidades.

    A la semana incorporaron dos colectivos, y después todo siguió igual.

    En consecuencia la gente de estos centros urbanos que en conjunto suman 700 mil habitantes sigue viajando a través de una autovía, una ruta nacional y cruzando un puente de 3 kms de largo de dos carriles en colectivos que exceden hasta 3 veces su capacidad y con 45º en verano.

  8. En argentina los empresarios no saben lo que es competir en el mercado, y los gobernantes tampoco, están clueless. Todos buscan el favor del estado o la regulación como barrera de entrada. A todos nos haría bien un poco de schumpeter!

  9. Hola Santiago. Totalmente de acuerdo con vos sobre la importancia de la competencia, en particular en lo que hace a la economía.

    Sólo creo que no está mal que en actividades lúdicas, y especialmente en chicos, se privilegie el divertirse y participar que el ganar. Uno tiene que jugar para ganar, y hacer su mejor esfuerzo, pero divertirse igual si no gana. Eso va acompañado del aprendizaje de muchos valores: ser buen deportista, competir pero no “a cualquier precio”, respetar al rival (que es rival y no enemigo), ser buen perdedor y buen ganador, y en general competir de tal manera que mantiene una experiencia buena para todos los que participan.

    Por otra parte, en línea con tu post y tu rol actual en la industria del cine, me interesaría conocer tu opinión sobre la nueva ley para proteger al cine nacional frente al extranjero.

  10. Creo que es uno de los mejores post que he leido!!.
    Realmente diste en la tecla en todo, desnudaste a la sociedad en la que vivimos.

  11. Excelente post, como dicen los comentarios anteriores, nos desnudaste como sociedad en un par de lineas.
    Creo que abre la puerta a que cada uno analice si se mueve haciendo tackles (trabando en solitario) o scrums (empujando en equipo) y nos vayamos dando cuenta uno a uno como ir cambiandolo y con quienes nos vamos «juntando» para empujar mejor y mas fuerte.

  12. Hola Santiago, Todos:

    En mi humilde opinión, creo que lo importante es competir a diario pero con uno mismo, por ser mejor: mejor persona, mejor ciudadano, mejor hijo, padre, socio, jefe, empleado,etc.
    Nos olvidamos de esa competencia con uno mismo, con nuestros traumas, miedos,frustraciones y paradigmas.
    Compitiendo con nosotros mismos podemos ganar algo todos los días.

    saludos!

  13. Claro! la libre competencia es la respuesta a todo. Eso lleva a casos de competencia como los de Standard Oil en los 20 con… para… no, el de Google en publicdad online ahora con… no, esperame…

    Las recetas no son iguales para todo. La libre competencia funciona bien en algunos casos, en otros son completamente contraproducentes.

    Y si, en Argentina la competencia está mal vista, por eso no existen rivalidades entre clubes de futbol o entre provincias o entre ciudades…

    Coincido con algunas de las críticas del post, pero para nada con lo que identificas como la causa.

    La ley del menor esfuerzo que parece atacar a muchos sectores de la población argentina (ya sean empresarios, ruralistas, empleados estatales o receptores de planes sociales) se debe no a una falta de espíritu competitivo sinó a una «geografía sicológica» muchísimo mas compleja.

    De hecho, los ejemplos que citas demuestran mucha competencia. Tanta que ni permiten el surjimiento de un diferenciador.

    1. Me parece que Santiago no habló de ningún fundamentalismo de la competencia como respuesta a todo, me gustaría saber en que otros casos es completamente contraproducente.

  14. Estimados, buenos días!
    Es la primera vez que comento.
    Me parece una vergüenza que se tomen este tipo de medidas.

    Gente, es sano, es sano que alguien invierta, a largo plazo el de al lado va a tener que invertir, y así. Con respecto al que no puede pagar un poco más por un mejor servicio seguirá pagando el mismo precio por el mismo servicio. O acaso todos tiene chofer, o acaso todos viajan en taxi? NO, hay mercados que atienden diferentes tipos de necesidades, mismo rubro, varios segmentos.

    Por otro lado, el ejemplo del subte y la tendinitis; la solución NO es que saquen la tarjeta o que no agreguen otra. La solución es, si es cierto lo de la tendinitis y no hay otro interés oculto detrás, cambiar el modo en el que el empleado ingresa el crédito correspondiente.

    Desde mi humilde opinión hay que avanzar, hacia adelante y no tomar medidas que impliquen lo contrario.

    Dejo un viejo proverbio chino: quién nada quiere hacer siempre encuentra una excusa; quién algo quiere hacer siempre encuentra un medio.

    Saludos!

    Lic. LEANDRO CAVACO

  15. creo que la discusión se fue por las ramas…me parece que el origen de No competir es BLUE OCEAN STRATEGY, un concepto ya bastante estudiado pero no por eso muy interesante.

  16. Ayer hablaba con un Ingeniero sobre los oligopolios, y él decia que crear una empresa competitiva para mejorar los precios es muy facil en Argentina, despues vi esto y dije:
    ¿Por qué no lo vi antes este post?
    Es un claro ejemplo de lo difícil que es intentar ser competitivo acá.
    Y no nos olvidemos de las mafias que te obligan a cerrar un comercio x «competencia desleal» y/o aprovecha para cobrarte un cache para «cuidarte».

  17. Que bien explicado el conflicto de la línea 194. Es una verguenza como nos tienen de rehenes sobre algo tan vital como el transporte. Si alguien midiese la calidad de vida que cambia con gente que puede viajar feliz a trabajar, a juntarse con gente querida…porque le damos tanto poder a tan pocos a un precio tan alto…

  18. Santiago, interesante tu punto de vista.
    La frase «lo importante es competir» me trajo recuerdos de cuando competía en regatas de windsurf. Había tanta diferencia entre los habilidosos, entrenados, equipados y capacitados y el resto que al tiempo empezamos a repetir ese concepto para no perder competidores porque si quedábamos pocos competidores se iban los sponsors y con ellos los premios y el apoyo económico.
    No coincido con eso de que los padres les inculquen a los hijos este concepto propio de perdedores y conformistas.
    En los ’90 me di cuenta de que el libre mercado tampoco es perfecto.
    Obviamente que detrás de cada manifestación masiva hay múltiples intereses pero cada vez me cuesta diferenciar quién gana y quien pierde en el corto, mediano y largo plazo.
    Es que el empresario también es humano y forma parte de la sociedad.
    Es difícil saber los verdaderos costos de la operación de las empresas de servicios públicos, seguramente vos tendrás experiencia de lo que es trabajar con el estado argentino.
    Un abrazo.

  19. Que si hubiera una real competencia, Telefónica, por ejemplo, no te pasearía 45 minutos por el 0800 de reclamos, no te facturaría lo que se le da la gana y se preocuparía más por darte una respuesta menos robótica cada vez que tenes un problema, no me cabe la menor duda. El «si no le gusta, vaya a otra parte» es muy facil jugarlo cuando sabes que el usuario no tiene «otra parte». La misma actitud la ves tambien en los empleados de muchas de estas empresas con el «quejate, total» que significa que ni los van a echar, ni sancionar ni nada porque llames a quejarte de su atención. Lo más ridículo de todo esto es que cada una de estas partes está convencida de que su actitud es «justificada». Mi esposo suele decir»LO IMPORTANTE NO ES GANAR, SINO HACER PERDER AL OTRO» Un poco en joda, pero refleja el modo de actuar de mucha gente (aunque se diga otra cosa). Lo de no alentar la competitividad o alentarla por demás es cierto. Obviamente, uno va a alentar a su hijo a superarse al mismo tiempo que alienta la competencia justa, el juego limpio, el no hacer «trampa», el saber perder, ganar, lo que a uno le toque. Obviamente, nada, porque veo de los dos casos, gente que censura a su hijo de seis años porque quiere jugar carreras todo el tiempo, o pruebas de esto y aquello, como si eso fuera el germen de un HDP, cuando lo criticable sería el modo de. Por otro, aquellos que no solo empujan a sus hijos a hacer de todo, sino que los apañan para que hagan trampa en el juego más estúpido sin aprovechar la oportunidad para hacerles entender que ganar con trampa NO es lo mismo que GANAR. En unos festejos del Día del niño en el que participaban niños de unos 5 años para arriba, una especie de «juego de las silllas» con aros en el piso, los nenes se iban quedando afuera a medida que avanzaba, una nena pierde y rompe en llanto, sale de la pista a las piernas de la madre que sonrie. La persona que coordinaba el juego la consuela con un «ya habrá otro juego» pero continúa, como venía haciendo, cada vez que perdía un niño. Empieza el juego nuevamente, los chicos corren, y la nena, deja las piernas de su madre y se mete de nuevo en el juego, la madre no hace ningún ademán por detenerla, sino que la alienta a introducirse nuevamente. Esta escena se repite un par de veces más, ya que la niña pierde otras dos veces. Para la tercera vez, nisiquiera llora, total, sale, y cuando los chicos comienzan a correr…vuelve a meterse entre todos. Finalmente, quedando 3 pierde, a pesar de todas las «trampas piadosas u oportunidades extras» de las que solo ella gozó, porque todos los otros chicos aceptaron quedar fuera de juego. Nuevamente una escena de llanto y los brazos de mamá. NO PODÍA CREERLO, no la actitud de la niña, la de la madre, Será que mis padres no nos dejaban pasar una, y aprovechaban cada oportunidad para darnos una lección sobre «correcto e incorrecto», enseñarles a tolerar la frustración con alegría tambien es fundamental. Algunos NO QUIEREN LA COMPETENCIA porque los OBLIGA A ESFORZARSE y es más facil NO HACER NADA para mejorar y ganar igual. SI el NO COMPETIR generara gente cooperativa y proactiva, bueno, Argentina no seria Argentina, y no estaríamos hablando de esto.
    BESO!

  20. Solo quiero dejar expresada una aclaración desde mi punto de vista . Cuando se habla de subsidio casi como mala palabra , que involucra dineros públicos destinados a brindar un servicio público , en este caso el transporte , sería bueno dejar establecido que ese subsidio es destinado directamente a mejorar la economía de las empresas y la rentabilidad de los empresarios de cualquier rubro y cualquier actividad ya que sin este aporte el boleto sería exponencialmente mas caro , lo que generaría una presión de la masa salarial que repercutiría directamente en las arcas de las empresas . O sea , el estado no subsidia a los pasajeros , subsidia a los empleadores de estos pasajeros !!!

  21. lamentablemente mientras el hombre siga comportándose como simio el mejor beneficio para todos es sin duda una economía de competencia. Sin embargo la inclusión de conceptos como la sustentabilidad me dan esperanzas de que avancemos hacia tránsitos más civilizados y acordes a nuestro siglo, como lo sería una razonable economía de cooperación en desmedro de una añeja economía de competencia de siglo pasado.

  22. y como si fuera poco el abuso contra el consumidor añado que la competencia No es necesariamente garantía de inexistencia de malas prácticas. Caso Groupon Chile: «Demuestran que precios de Groupon son iguales o incluso más caros que los ofrecidos normalmente» http://goo.gl/oT1uz

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