La cultura Twitter y la adictividad de la gratificación inmediata

04-03-2011

"...estás leyendo esto todavía o ya estás
por cliquear en otro link? ...
 Necesitamos ser a la vez patinadores en
la superficie de la laguna y buceadores.
Dominar la habilidad de acceder a hechos
mientras reservamos el tiempo y espacio
para hacer algo significativo con ellos"
Andrew Sullivan (The Times)

Hace un tiempo atrás compartí en un post mi gran preocupación por la pérdida de la capacidad de concentrarse y prestar atención derivada del uso habitual de Twitter y otras redes sociales que observo en mí y muchos de los que me rodean. Ese post dio lugar a una gran discusión y se convirtió en el más «retwitteado» de la historia de Riesgo y Recompensa.

Hace unos días atrás Guillermo Jaim Etcheverry publicó una columna en el diario argentino La Nación, donde, con su habitual lucidez, reflexiona sobre los efectos de la hiperconectividad sobre nuestra capacidad de concentrarnos.

Allí, él plantea que vivimos  falsamente convencidos de que «a cada instante, en algún lugar del planeta está ocurriendo algo trascendental para nuestras vidas». Esa íntima convicción, apareada con la abrumadora disponibilidad de nueva información en tiempo real, genera, al decir de David Meyer, «una plaga cognitiva capaz de anular la capacidad de concentración y pensamiento productivo«. (La cita que Jaim Etcheverry hace proviene de este artículo que les recomiendo leer completo si les interesa el tema).

Yo comparto esa línea de pensamiento, pero hay un elemento que creo que está faltando: nuestra repentina e irrefrenable adicción a la «gratificación instantánea».

En una famosa investigación realizada hace ya casi 40 años, el psicólogo de la Universidad de Stanford Walter Mischel midió la capacidad de un grupo de niños de autocontrolarse y demorar la gratificación en pos de una recompensa ulterior. En el experimento, conocido como el «Marshmallow experiment», él ofrecía a los niños un malvavisco, pero prometía entregar un segundo si ellos esperaban 15 minutos sin comer el primero.

Las conclusiones del experimento fueron muy interesantes: muy pocos niños sucumbían a la tentación de manera inmediata. La mayoría hacía un intento por esperar y obtener el segundo. Pero solo un tercio lograba llegar al límite de 15 minutos. Los demás, pese a que recurrían a estrategias como mirar hacia otro lado o moverse nerviosamente, terminaban sucumbiendo a la tentación y comiendo el primer malvavisco antes de tiempo.

Lo más llamativo, de todos modos, llegó años después de manera inesperada. Investigaciones posteriores sobre los niños que habían sido parte del experimento original demostraron una fuerte correlación entre la capacidad de esperar y demorar la gratificación y el rendimiento posterior en el plano académico y profesional.

En un sentido es casi obvio. Prácticamente todos los grandes logros en la vida implican ser capaces de tolerar sacrificios a corto plazo en pos de una meta que solo llega tiempo después. Esto es cierto para grandes cosas como una carrera universitaria, pero también otras menores como leer un libro.

Volvamos ahora al tema central del post. La mayoría de quienes leen esto, yo incluido, crecimos, en un mundo muy diferente al actual. Tal vez no fuéramos esencialmente diferentes a los niños de hoy en nuestra capacidad de resistir las tentaciones de las gratificaciones inmediatas. Simplemente, ¡es que casi no las había! Igual que sucede hoy, ir al colegio podía parecernos aburridos. Pero, ¿cuál era la opción? Cuando yo faltaba a clase a la mañana, no había televisión hasta las 10. A esa hora arrancaba un único programa, Telescuela Técnica, que era más aburrido que la escuela! A las 11 sí, finalmente, llegaba un programa infantil con dibujos animados. Pero la «panacea» apenas duraba una hora. Después volvía con toda su fuerza el aburrimiento.

A mi modo de ver, las redes sociales como Facebook o Twitter son una fuente de noticias e información muy funcionales a la convicción de la que hablaba David Mayer. Pero yo creo que hay un fenómeno más profundo que el que menciona Jaim. Porque mucho más que la ansiedad por noticias relevantes nos cautiva el poderoso atractivo de lo vacuo y lo superficial. Del mismo modo que la mayoría de los argentinos a la noche elije ver Tinelli y no un programa periodístico político, las redes sociales y la web nos dan algo mucho más adictivo que las noticias: pequeñas ventanitas a vidas ajenas, a reflecciones pasajeras o juegos informales que resultan mínimas distracciones en dosis homeopáticas.

Ted Selker, quien estuvo dando una charla cuando estuve en Singularity University, estima que nuestro tiempo de atención cuando estamos navegando en internet es de nueve segundos, el mismo tiempo que tiene un pececito dorado (gold fish).

De esta manera, mucho más que saciar la sed informativa, Twitter machaca sin pausa sobre el resorte mental de la gratificación instantánea. Nos enfrenta, de manera impiadosa y permanente, a demostrar nuestra capacidad de demorar algo que ahora nos daría una pizca de satisfacción ya en pos de una recompensa que puede estar a horas, días, meses de distancia.

La abundancia de estímulos no solo genera que cuantitativamente flaqueemos más a menudo, sino que también genera una suerte de adicción a esta felicidad vacua, minúscula y efímera. Cual bebedores compulsivos, tan pronto estamos un cierto plazo enfocados en alguna actividad que no provee el necesitado «malvavisco», nuestra mente empieza a pedirnos uno usando la herramienta más poderosa de la que dispone: la distracción.

En psicología el atributo intelectual de poder demorar la gratificación se conoce como «fuerza de voluntad» o «auto control». Jaim Etcheverry cierra su artículo pensando en esa línea, proponiendo que «reaprendamos a concentrarnos (…) evitando la ansiedad por sumergirnos en el mundo de las máquinas». Pero yo creo que enfrentar una compulsión con fuerza de voluntad es una lucha desigual, con altas chances de derrota.

Hoy cuando le cuento a mis hijos que cuando yo era niño solo había cinco canales de TV y una hora de dibujos animados por día ellos me miran con incredulidad, casi sorna. Cierro los ojos y puedo imaginar a mis nietos mirandome de la misma manera y diciendo: «¿¿¡¡En serio vos hacías la misma cosa todo el tiempo durante más de cinco minutos??!!».

¿Será el camino de salida de este embrollo controlar mejor nuestro impulso de usar las adictivas herramientas disponibles hoy en día? ¿Habrá un camino hacia una nueva manera de enfocar nuestro pensamiento sin repudiar la tecnología? ¿O habrá que aprender a vivir pensando de una nueva manera desenfocada aún desconocida, con la concentración como curiosa reliquia del pasado?

Foto: Will Lion

47 Comentarios

  1. Querido Santigo,
    impecable tu mirada sobre el impacto de la informatica y la tecnologia de la nueva cultura.
    Tengo el privilegio de estar viviendo y trabajando en Hong Kong como Hazzan (cantante liturgico en una sinagoga) y tengo de alumnos chicos de 12 y 13 años que vienen del colegio donde aqui no llevan cuadernos sino que por obligacion cada estudiante debe tener una MacBook Pro! Si, tal cual lees! Es una obligacion escolar! En mis clases les pido que escriban y algunos estan tan acostumbrados a tipear que si no fuera por mis pedidos no escribirian ni una sola vez con lapiz en un cuaderno en toda la semana.
    Durante las clases les pregunto, como hacen para estar en clase y no dispersarse navegando websites y haciendo otras cosas? Segun ellos, estan entrenados para poder mantener la atencion en la clase usando la computadora y si ademas los llegan a ver viendo otras cosas los amonestan. A mi me resulta una cosa de locos.
    Para mis clases tengo que inventarme las mil y una cosas ya que no logro que cierren sus computadoras y presten atencion por mas de 20 minutos. Asi que lo que hago es enseñar algo, charlar de otros temas (relacionados con lo mismo pero desde otra perspectiva) y retomo. Mi alumnos estan acostumbrados una situacion multimedial constante (videos, fotos, info, musica, etc) y al reducir la clase a sentarse mano a mano con un texto les cuesta mucho leer con atencion y dar una devolucion elocuente de lo que leen. Algunos hasta lo disfrutan como algo distinto! Con el correr del tiempo finalmente terminé creando un website donde lo mismo que explico en clase esta online para que lo consulten (http://www.diegoedelberg.com/tropes) y lo bueno es que lo usan y avanzan mucho mas rapido.
    Por eso creo que el problema no es la «tecnologia» en si, sino lo que hacemos nosotros con ella. Las herramientas tecnologicas no son buenas o malas, son neutras. Si hacemos un buen uso de ellas son geniales. Si las convertimos en el sentido de nuestra existencia nos alienan.

    Esta «ciudad del futuro» esta hiperconectada. La gente va a trabajar en bus y subtes con Ipads en la mano chequeando sus mails y viendo peliculas de una forma notablemente alienante. Si bien me parece increiblemente atractivo el Ipad, descubro que la gente que me dice que lo usa para leer, realmente lee 10 minutos y despues, como puede navegar con ese mismo «libro» se cuelgan horas viendo paginas web y otras cosas.

    Otra cosa que sucede es que si bien Facebook y Twitter suponen una «hiperconectividad» lo que hacen al ser mal utilizados es alienarnos mas y mas. La red social que a mi me da felicidad siendo un expatriado es CouchSurfing.com donde gente que esta en la misma que uno arma programas y se junta de verdad! Mucha gente cree que porque comparte una foto o mensaje en Facebook o Twitter realmente no esta solo en el mundo. En lo personal me parece triste. Yo uso Facebook para mantenerme al tanto con mi novia y amigos y ver de que hablan en argentina…pero deje de colgar fotos y «compartir» todo porque en el fondo descubro que disfruto mucho mas tomar un cafe con alguien de carne y hueso.

    Pero no todo esta perdido. Hay una practica judia que se llama Shabat donde una vez a la semana nos desenchufamos (literalmente) de los telefonos celulares, la tv, la compu y el unico objetivo es pasar un dia en flia sin ningun artefacto de por medio. Parece increible que muchas familias no puedan sentarse ni siquiera una vez por semana todos juntos a la mesa tranquilos y compartir lo que hicieron en la semana. Incluso hay gente que cena con la tv de fondo! Que clase de dialogo se puede tener sino es sobre lo que se esta proyectando en lugar de mirar a la cara y escuchar a quien esta compartiendo la mesa con nosotros.
    En Shabat no solo descansamos sino que muchas veces nos sentamos a estudiar durante todo el dia sobre textos exegeticos y nos preguntamos cosas como «es esta la vida que quiero llevar?», «estoy siendo un buen esposo, hijo, amigo, padre, etc?». Al apagar al menos una vez a la semana toda la informacion de internet, cuando volvemos a conectarnos luego de un dia desconectados del planeta nos damos cuenta que sobrevivimos. Y no solo eso, descubrimos que no necesitamos estar conectados 24/7/365 con toda la tierra, sino particularmente con nuestras familias y gente mas cercana.
    A quienes tengan interes los invito a probar. Desenchufense un dia y enchufense con Uds. mismos. Vale la pena intentarlo.

    Saludos a todos y felicitaciones a Santiago y a todos los que comentan y participan de este hermoso blog!
    Diego.

    1. Diego, gracias por tus palabras me siento profundamente identificado, tomo lo del Shabat para mi; me preguntaba quienes de los que habitualmente leemos a Santiago podríamos hablar con nuestros padres o abuelos de la irrupción o llegada de la primera tv en blanco y negro a los hogares y sus primeros pensamientos acerca de «ese aparato que los distrae».
      Compartiremos esos pensamientos medio siglo después? , serán otros? o cambiamos figuritas y pensamos igual ?
      Slds

      Javier

    2. Diego, acabas de darle color al shabat abstemio de tecnología…el contraste diario que nos puede producir en esta época se parece mucho mas a una bocanada de oxigeno que a la sensación de asfixia que me representaba cuando era chico. Voy a estar en Hong Kong el mes que viene y me gustaría conocer la sinagoga china con hazzan argentino. Si no tenes problema, pasame tus datos para poder contactarte. Me podes escribir un mensaje privado en twitter a jony_altszul. Gracias.

      Jonatan

    3. Diego querido! Estas en Hong Kong alienigena!!!
      Increible tu reflexion. Estoy 100% de acuerdo en que la tecnologia es neutra. Pero las personas no lo son. Y creo que no tiene mucho sentido sacar a la tecnologia de su contexto humano. Creo que es lo que es porque nosotros la usamos. Sino la compu ni prenderia y nada de todo esto existiria. No es algo externo que existe sin nosotros (todavia). Y por eso sucumbe como sucumben todas las cosas al uso y abuso que le damos.
      Definitivamente esta en nosotros y en nuestra educacion engendrar valores que nos hagan poder usar la tecnologia de manera tal de mejorar desde el espiritu hasta nuestro ser productivo. Si le damos a la tecnologia vida propia, le delegamos la responsabilidad de hacer cosas contructivas.
      Te mando un abrazo enorme querido amigo!
      Mariano.

    4. Diego, coincido con tu pensamiento, ahora: no es grande internet que nos devuelve el valor de las cosas que nombrás?
      Un hermano dice: «prefiero un buen asado con amigos a sacarme una cuenta en twitter»… y son cosas totalmente diferentes… el problema es que no todos somos iguales esencialmente en lo que buscamos, y lo que le va a pasar es que de diez personas, cinco van a estar mostrando el celular nuevo, dos contando el gps incorporado de su camioneta, y un par va a estar hablando de facebook y otros! jaja! si no puedes vencerlos, únetelos! slds!

    5. Excelente discusión. En relación al descanso de tecnología propuesto por Diego para hacerse preguntas más existenciales, y frente al desafío que plantea Santiago respecto a que posición tomar frente a la amenazante dominación que representan para nosotros las nuevas tecnologías, lo primero que se me vino a la cabeza es una conferencia que Martín Heidegger le ofreció a unos campesinos alemanes sobre el progreso técnico y la situación del hombre moderno en 1959. Las palabras de Heidegger en un primer momento muestran la falta de pensamiento en la sociedad del momento, refiriéndose él al pensamiento meditativo, diferenciándolo del pensamiento calculador del hombre moderno, subrayando la importancia y necesidad de ambos. Y respecto al hombre y la tecnología, Heidegger reconoce el enorme valor de la tecnología pero al mismo tiempo aconseja la distancia prudente que debemos tomar para lograr un equilibrio. Acá cito alguna de sus palabras, pero les recomiendo leer la conferencia entera, casi como si Martín Heidegger estuviera respondiendo al post de Santiago. (“Podemos usar los objetos técnicos, servirnos de ellos de forma apropiada, pero manteniéndonos a la vez tan libres de ellos que en todo momento podamos desembarazarnos (loslassen) de ellos. Podemos usar los objetos tal como deben ser aceptados. Pero podemos, al mismo tiempo, dejar que estos objetos descansen en sí, como algo que en lo más íntimo y propio de nosotros mismos no nos concierne. Podemos decir «sí» al inevitable uso de los objetos técnicos y podemos a la vez decirles «no» en la medida en que rehusamos que nos requieran de modo tan exclusivo, que dobleguen, confundan y, finalmente, devasten nuestra esencia.”.) http://www.heideggeriana.com.ar/textos/serenidad.htm

    6. Muy enriquecedora tu experiencia para mi trabajo como psicopedagoga y también para mis hijos adolescentes, uno de los cuales no puede soltar el blackberry, camina mirando y tipeando. Lo único que hemos logrado es que a la hora de la comida en familia, no lo use. En cuanto a la atención, es un tema cada vez más preocupante en las escuelas, más allá de que tengan o no enfrente la computadora. Los chicos (y los grandes!) nos hemos acostumbrado a «saltar» de una cosa a otra sin concentrarnos bien en ninguna. En inglés la palabra sería «focus», más que concentración. Si bien uno se vuelve multifocal, sería importante enseñarles a mantener la atención por períodos prolongados.
      Muy buena la idea del Shabat. Me cuesta exigir a los chicos que suelten cuando a mí misma me cuesta desconectarme para conectarme.
      Gracias por compartir tu experiencias y gracias a Santiago, que siempre lo leo.

  2. Es muy buena la reflexión y muy difícil encontrar todas las respuestas a tus preguntas…
    Lo que se me viene a la cabeza es mi viejo, hace unos 15 años, cuestionándome mi necesidad (adolescente tardio por aquella época) de tener siempre la «última» versión de los gadgets del momento (celulares, PC, palm, etc.). Y ahora él desesperado por que su iphone pueda tener la última actualización…
    Creo que nos vamos acomodando, con nuestras improntas personales, a lo que pasa a nuestro alrededor y que generación a generación se van cambiando esos «valores»… asi que a tus nietos seguro les impresionará muchísimo cosas q para vos hoy son tan naturales como sentarte a leer un libro 2 horas seguidas…

  3. 1.Técnicas y consejos útiles para combatir estas compulsiones se pueden encontrar en el blog (!!!) ZenHabits, reconocido a nivel mundial
    2. Coincido con Santiago en que las compulsiones no deben enfrentarse; la única forma de pelear con alguna chance contra la tentación es evitándola.
    3.De manera similar, creo que los vicios se combaten con virtudes. Si una persona no puede dejar de fumar, le recomendaría que no se imponga controlarse en base a fuerza de voluntad, sino que corra 4km todos los días, coma sano y tome mucha agua. Le puedo asegurar que en el mediano y largo plazo, el cigarrillo no podrá contra eso.
    Saludos!

  4. Santiago, excelente la nota! El tema es como evitamos que nuestros reflejos se condiciones a la idea permanente de «saber que pasa para no quedarnos afuera» o de «no me quiero perder nada de lo que pase».
    Lo superficial e instantáneo también lo podemos ver a menudo trasladado a la necesidad de solución inmediata de problemas, sin análisis previos. Y llevado a los negocios, la disolución de cualquier horizonte de mediano (ni que hablar) largo plazo.
    En otro campo, podemos hacer una analogía con la proliferación de productos que hoy tenemos disponibles en cualquier comercio o retail. El aspecto positivo existe, «tengo más opciones», pero el negativo también, «tengo más opciones». Dos caras de una misma moneda, que nos genera en general la angustia de saber que no podemos tener todo lo que nos gusta (que también por otro lado, es un buen aprendizaje), y la pregunta post-compra «habré comprado bien??» además de tener nuestro cerebro recalentado con mil estímulos (colores, aromas, texturas, formas, tamaños, cantidades, etc. de productos ante nuestros ojos) Y todo esto lo digo como marketinero (y algo más)! Saludos a todos, VK

    1. Hola Victor, sobre las opciones -qué tema interesante-, hace unos meses encontré unos videos de TED que me impactaron muchísimo, los cuales recomiendo ver:
      http://www.ted.com/talks/sheena_iyengar_on_the_art_of_choosing.html
      La oradora, ciega y con un gran sentido del humor, es sencillamente excelente! Su bio dice que es pshyco-economist; la entrevista final, imperdible!
      Relacionado con ese, este otro:
      http://www.ted.com/talks/dan_ariely_asks_are_we_in_control_of_our_own_decisions.html
      Muy interesantes los ejemplos de este «economista del comportamiento» que demuestran cuán afectadas e inducidas resultan nuestras decisiones «personales»!
      Finalmente ahora buscando los links me topé con este tercero:
      http://www.ted.com/talks/barry_schwartz_on_the_paradox_of_choice.html
      Son todos muy buenos! Elegir uno solo habría sido imposición y dos representaría un dilema; por lo tanto ahí van las tres opciones de videos! 😉
      Slds!

  5. La verdad es que a cada momento esta pasando algo trascendental!
    Pero según la carga de trabajo de cada uno, cuando tenemos que hacer alguna actividad que nos mantiene offline nos damos en realidad cuantos «request» nos cayeron en ese tiempo. Según el caso eso puede mostrar que no es tan necesario que estes pendiente todo el tiempo de la BB/mac/ipad/pc/notebook/iphone… o como no.

    Pregunto, cuanto tiempo te llevo escribir este post??

    Saludos!

  6. Los llamados «Nativos digitales» han nacido y están creciendo con este torbellino que es Internet y todo lo que le envuelve y es por ese motivo que para ellos es tan fácil y natural estar recibiendo clases y navegando por la red. A mí, que soy de otra generación más lejana (1966), me resulta difícil poder tener esa capacidad, aunque he de decir que poco a poco la he ido desarrollando un poco, pero nunca será como la de ellos.
    Yo no tengo hijos pero si los llegara a tener les inculcaría una cultura basada en lo tradicional pero con todas las armas tecnológicas de hoy en día. Creo, que el resultado sería un ser humano con una mente más «esponjosa» y receptiva al entorno general.
    Comparto lo que se dice sobre que la tecnología en neutra y que depende de nosotros el uso que de ella se quiera hacer. No nos podemos negar al avance, y más bien tenemos que saber y conocer a fondo todos los recursos que la sabia mente humana pone a nuestra disposición. A los que no lo hagáis, os recomiendo leer a Isaac Asimov.

    Saludos para tod@s!
    Manu Blanco
    Responsable de Kedamoos.com

    1. Completamente de acuerdo Manu,
      Nosotros no somos «nativos digitales», pero creo que aprendimos a profundizar mas en los temas, a estar más atentos, a fijarnos mas en los detalles, en los matices, etc….
      Quizás nos falte una visión más periférica, la capacidad de gestionar la vorágine que nos llega de manera diaria, etc……..pero a veces me pregunto que es mejor ¿el análisis profundo o por el contrario gestionar muchos puntos de vista, eso si, más superficiales?.
      Tengo dudas. Un abrazo.

  7. Santiago,
    Muy bueno el post!
    Para mí hay dos temas distintos respecto de la “dispersión” y la dificultad para concentrarnos:
    Uno es la edad. Pienso que la gente joven tiene menos historia personal y menos registro del costo de oportunidad.
    Otra es la fusión del entretenimiento con el trabajo. Si estuvieras haciendo zapping 3 horas te sentirías mal, sentirías que estás perdiendo el tiempo. Pero la computadora la tenemos en algún lugar asociada con trabajo y no con entretenimiento. Lo mismo con la imagen y la letra escrita. Esto es lo peligroso, porque no tenemos las “defensas altas” como las tendríamos con la televisión.
    Creo que para los adultos el principal problema es que perder 3 horas con facebook y twitter se siente distinto que perder tres horas mirando programas estúpidos de televisión. Diría que las defensas contra la televisión están más bien en la zona límbica del cerebro y, al ser más nuevo y estar asociado a un dispositivo que en parte significa “trabajo”, las defensas contra twitter las tenemos que encontrar en el neocortex.
    Sería interesante ver qué pasaría si usáramos twitter y facebook a través de la televisión.

  8. El tema es muy interesante y comparto la idea de Santiago de la «gratificación inmediata». El aporte de Diego Elderberg es también muy importante…

    Ahora, mas que tratar de enfrentar a esta realidad lo que hay que hacer es alinearse y entrar en sintonía: no se puede luchar contra lo inevitable.

    Les cuento que como proyecto personal, y muy relacionado con esto, el año pasado desarrollamos un videojuego para Educ.ar (está disponible para bajar desde su página web y si no me lo piden a mi) basado en la historia argentina. Nos dimos cuenta que la tecnología está tan presente en la gente que leer aburre. Nada mejor que un videojuego para aprender y auto-gratificarse al mismo tiempo.

    Me parece que es el camino…

    Saludos!

  9. Muy interesante y fue muy bueno conocer la opinión de otra persona en ideas parecidas que me venían dando vueltas. O sea, por un lado no podemos negar el «progreso» y lo que está, pero lo otro es, ¿a qué costo?

    Hay una charla en TED de Barry Schwartz, sobre lo cual escribió un libro, que se llama «The Paradox of Choice». Justamente también habla sobre que efectivamente, tenemos más libertad de elección hoy, por ejemplo para comprarnos un Jean, pero también eso nos hace decidir, no nos termina dejando tan satisfechos, y vivimos más desgastados y menos felices hoy por tantas decisiones que hay que tomar.

    En fin, cuestiones de la sociedad moderna, hay muchos beneficios con el amplio acceso a la información, pero se están descubriendo los costos y desafíos.

  10. Me parece un tema super interesante. En lo personal, hace algunos años yo no tenía ni twitter ni facebook y ahora que los tengo noto un gran cambio en mis hábitos. Además, tengo un smartphone con el cual puedo chequearlos y actualizarlos en todo momento.

    En cuando a la idea de Jaim Etcheverry, no sé si la comparto. Creo que la falta de atención y la necesidad de estar en todo no pasa por la relevancia de lo que ocurre porque justamente la mayoría de las cosas que nos distraen son bastante irrelevantes. Tal vez lo que se volvió socialmente más valorado es estar «in the loop». O sea, si no te enteraste algo cinco segundos después de que pasó, estás out. Sea que derrocaron al presidente o que Luli cortó con Redrado.

    Para darte un ejemplo, esta mañana abrí el twitter y vi un par de comentarios bardeando a la Hiena Barrios. Obviamente dejé de leer Twitter y abrí un diario para ver qué había pasado. Leí la nota sobre Barrios lo más rápido posible y volví al Twitter. De ahí me vine a este post y tuve que hacer un esfuerzo para leerlo hasta el final y no distraerme. Y eso que ni siquiera es TAN largo!

    Para terminar, coincido totalmente en que pensar que esto simplemente se combate con voluntad es ir a una batalla con todas las de perder. Creo que hacen falta formas creativas de ordenar la vida cotidiana.

  11. Santiago:
    muy interesante el post.

    Estoy convencido de que toda época tiene pros y contras; no importa cual época (es bastante clásico la gente mas grande que critica la hiperconectividad de hoy en dia, bla bla bla)
    Por eso pregunto: si en esta época, la pérdida de la capacidad de concentrarse y prestar atención es una constante, ¿es realmente malo eso?
    ¿O es malo según la perspectiva de nosotros, personas que tenemos la característica de prestar atencion y concentrarnos?
    Si esto va a ser la característica de los nativos digitales, o de nosotros mismos en un futuro…va a ser malo?
    y si es malo…que característica va a ser buena??..
    cual función BUENA, va a ser característica en un futuro?

  12. Concuerdo con el post y con el pensamiento de Jaim Etcheverry. Muy buena reflexión. De hecho, desde que empecé a leer el post hasta que escribo este comentario ya perdí la cuenta de las veces que me «desconcentré» con otras cosas, así que no tengo excusas.
    Ahora bien, yo le agregaría un elemento más a la discusión que, creo, todavía está faltando.
    Es el hecho de que vivimos en tiempos exponenciales.
    (supongo que varios ya vieron el video de Karl Fisch: http://www.youtube.com/watch?v=cL9Wu2kWwSY) – que, dicho sea de paso, ya quedó desactualizado –
    Esto afecta concretamente el tiempo a esperar por la recompensa. Es decir, «pasa todo tan rápido» que nos lleva a pensar que realmente pasa algo trascendental para nuestras vidas a cada momento.
    Sumado al hecho de que nos estamos educando (me incluyo en el grupo de los nativos digitales) para problemas que todavía no existen. O al menos eso nos dicen.

    Esto me lleva, por lo menos a mi, a cambiar los modelos a seguir.

    Hoy no se tiene más en mente a un Rockefeller, o un Henry Ford. O viniendo más cerca, un Mastellone, Pagani, Rocca. Trabajadores concentrados en su negocio que, supongo, fueron encontrando con el tiempo formas más eficientes de ser efectivos.
    Hoy está de moda un Zuckerberg, un larry page, un jeff bezos. O viniendo más cerca, un Andy Freire, un Santi Bilinkis…
    si no me equivoco, en el 97 crean officenet y en el 2004 ya la estaba comprando staples…son menos de 7 años!

    sí, está bien: la excepción hace la a la regla.

    Pero cuánto más se van a achicar los tiempos de autocontrol para tener 2 marshmallows?
    Cuánto tiempo más van a vivir carreras universitarias de 4/5/6 y más años?
    encima después de la universidad hay que hacer un mba? seguro?

    está bien una vez más: estoy exagerando. No todo es tan repentino.
    Pero los chicos (y no tan chicos) crecen en este ambiente, y creo, están desarrollando de a poco nuevas formas de concentración. No creo que exista una respuesta aún, pero me inclino más por una especie de concentración desenfocada, en donde no resulta estrictamente necesario retener ciertos conocimientos en todo momento.
    Saludos!

    p.d. interesante lo de twitter y fcbk en la tele. Supongo que no estamos nada lejos.
    p.d2. esta fue la respuesta de karl fischer cuando le dijeron:
    Turn off and put away all Cell Phones, iPods, and Electronic Devices during class!:
    http://thefischbowl.blogspot.com/2006/09/what-if.html

  13. Hola Santi, un saludo desde Costa Rica. Desde hace quince años, al menos, que Internet ha sido mi fuente de trabajo y sustento, y en tal circunstancia ha sido imposible disociarme de todos los cambios que nos ha traído socialmente esta hiperconectividad (para bien y para mal).

    De hecho nunca me estado muy de acuerdo con elevar la cada vez más ínfima cuota de atención de la gente a una categoría de virtud. Las generaciones actuales de nativos digitales parecieran nacer ya con síndrome de DA por defecto, cuya atención la podrás obtener por sólo unos cuántos segundos antes de que quieran saltar a otra cosa. Es difícil por no decir imposible para mí a mis treinta y tantos, competir con ellos.

    Comparto plenamente esa percepción de que FB y sobre todo Twitter te dan la impresión de que estás realizando un progreso significativo en tu vida enterándote de cuanta cosa pasa a cada segundo, y la verdad es que si bien he hecho uno que otro gran descubrimiento que ha enriquecido mi conocimiento a través de estos medios, la gran mayoría de lo que pasa por ellos es mero ruido intrascendente… pero que da la impresión de que no lo es.

    Yo mismo he terminado con un smartphone leyendo tweets, mails y estatus de FB en el desayuno, en el colectivo o mientras espero en una fila. Me han reclamado que paso demasiado atado al aparato ese, y sin duda lo reconozco. Es más, soy el primero en aceptar que la idea del multitasking en la práctica es un mito. Esa sensación de «te estás perdiendo de algo trascendente para tu vida en este mismo momento» es nociva y casi siempre ficticia, de hecho ni nos damos cuenta cuando hemos terminado en ella.

    Debo decir que he adoptado con éxito la Pomodoro Technique para recuperar la concentración y tiempo que necesito para mis proyectos, porque de lo contrario habría naufragado en ese mar incesante de pretender estar al día con todo. No sé. Entiendo que el cerebro se puede adaptar y lo estamos viendo con los jóvenes de ahora, pero ¿hasta qué punto? Interesante tema. Saludos.

  14. Santiago, excelentes reflexiones y me gustaron mucho los comentarios, especialmente el inagural de DE. Los momentos de reflexión son trascendentales ya que a modo de contracultura aportan la stamina que se requiere para soportar las esperas. La convergencia tecnológica no ayuda mucho a aprender a soportar las dilaciones, las que muchas veces no son negaciones.
    Hace unos días escribí un post en Entrepreneurhip&Law sobre el fracaso como algo positivo. Sin embargo, podrá serlo en la medida que tengamos ese momento de respiro que nos permita mirar en prospectiva. Caso contrario solo hay desesperación y falta de madurez.
    Paciencia es definida en primer lugar, como la capacidad de padecer, pero también es la facultad para saber esperar algo cuando se desea mucho.
    En este mundo de satisfacciónes inmediates que bien describis, producto de un combo de muchas ausencias es dificil encontrar sobre todo en los más jovenes paciencia, resilencia.
    Es importante hacer zoom out a menudo como propone DE para poder procesar las pruebas, que produciran en nosotros la capacidad de ser pacientes. Entre la paciencia y nuestra esperanza, vendrán los resultados esperados.
    Te mando a vos y a todos un saludos.

    Alex

    http://entrepreneurshiplaw.blogspot.com/2011/02/el-fracaso-como-algo-positivo.html

  15. Y para no salirme del tema varias veces tuve la tentacion de cambiar la pestaña para ver otras cosas al mismo tiempo y -claro- no prestarle completa atencion a ninguno. Traspolo y pienso que pasa en varios aspectos (en el plano profesional me cruce con varios casos con chicos que quieren ascensos cada 6 meses).

    Homero Simpson dijo: «Los bienes son efimeros»… Sera que la atencion, las ganas, y -hasta- las ideas y las relaciones tambien lo son?

    Abrazo

  16. Interesante análisis y si me permiten quiero extender este problema a otros aspectos que se presentan en la vida y no solo con el advenimiento de las redes sociales y los avances tecnológicos. Me refiero a la ansiedad y la neurosis de la vida diaria. Pasando a un aspecto espiritual pero relacionado, Eckhart Tolle en «El poder del ahora» dice que el problema es nuestra propia mente,aparentemente incapaz de concentrarse en el ahora por estar siempre pensando en el pasado y preocupándose por el futuro.Lo estoy leyendo y lo recomiendo.Saludos!

  17. Un muy buen post. Estaría bueno relacionar la adictividad de estas nuevas culturas con la productividad. Como bien leí en un twitt de S. Siri: Want the secret for extreme productivity? Forget the charger of your mac at home and know you only have 50 minutes to get shit done!

    Ahh no menor: este tema lo había tratado con mi psicoanalista. Ahora estoy más tranquilo que no era un tema mío sino de actualidad…

    Saludos

  18. Hola Santiago! Algunas reflexiones sobre tu post:
    * Sí, internet es adictiva y las redes sociales lo son aún más porque acercan esa experiencia a la vida cotidiana, agregando una nueva arista a la vida de relación.
    * También son generadores de ansiedad y correspondiente ‘adictividad’ la tv, los celulares, la tecnología en general…

    Pero… qué buscamos con esas herramientas, como vos planteas en el post; recuerdo que cuando vivía mi abuela materna, me dijo una de las mejores cosas que me podía haber dicho alguien en mi vida, incluso observando algo que yo intuía pero no era capaz de objetivizar: me dijo que yo podía estar mirando la tele pero que en mi cabeza siempre había algo más…

    Y eso hasta es paradójico con el mensaje de este post, pero fijate que a mi me resultó tan gratificante escuchar eso… porque es como que todo lo absorvo para después usarlo de algún modo, y pienso que así debería ser, aun lo que se considera un entretenimiento trivial y pasajero.

    También recuerdo vagamente algo que escuché (no recuerdo de quién, pero creo q pudo ser Adolfo Castelo o Adrián Paenza)… que a la hora de comer siempre estaba pensando en otra cosa, y que no podía parar ni un segundo; y no sé si será mi capacidad de abstracción pero yo si puedo hacerlo…

    En suma, la cabeza donde están los pies (como dijo un profe mediador)… cada cual sabe donde quiere que esté su cabeza, sólo hay que apuntar bien. 🙂

    Saludos!

  19. Es muy curiosa tu nota Santiago, asi como también los comentarios de Diego. La verdad que desde hace 15 dias estoy «recluido» de vacaciones en la costa Argentina, mas precisamente en el bosque peralta ramos en Mar del Plata.
    Nos vinimos con mi novia a descanzar y a «desconectarnos» de todo. Pongo desconectarnos entre comillas porque la verdad que los primeros dias estuvimos en proceso de «detox» entre medio de todo el verde, sol, playa, lluvia, pajaritos y perros ladrando a lo lejos…Luego de algunos dias ya queriamos revisar nuestros mails y ver que estaba pasando afuera.
    Nuestro mismo impulso por desconectarnos de todo se habia revertido parcialmente y necesitabamos ver que estaba pasando en el mundo, que noticias habian en los diarios digitales más importantes, etc.
    No teniamos ni TV por cable, con lo cual me puse a ver los cables de la antigua antena para ver si podiamos encontrar alguno de los 3 canales de aire que se pueden captar en Mar del Plata. Despues de hacer un agujero a mano durante 3 horas a través de una pared de madera para poder pasar el cable desde afuera y dejar la instalacion prolija finalmente logramos sintonizar con bastante lluvia los 3 canales. Esa noche pudimos ver las «novelas» de canal 11 y canal 13 lo que nos produjo una inmensa sensacion de bienestar tanto a mi como a mi novia, cosa que quizas en Buenos Aires no nos llamaria tanto la atención.
    Finalmente hoy, encontré el lugar de la casa en el bosque donde hay mejor señal 3G para poder navegar por internet y a través de mi celular podemos usarlo como hotspot con nuestras notebooks. El resultado: Un mix de naturaleza con tecnologia que es muy satisfactorio. Ya hace como 3 horas que despues de almorzar nos sentamos en el patio entre los arboles con nuestras notebooks a revisar nuestros mails, ver que estaban haciendo otros amigos de vacaciones por las fotos que publicaban en Facebook, y asi es como estoy leyendo una vez mas el blog de Santiago y escribo este comentario.
    En definitiva, creo que como usamos la tecnologia nosotros, es la clave para sacarle el jugo a las herramientas y no permitir que ellas expriman nuestras vidas.

    Un abrazo Santiago, como siempre digo, un placer leerte a vos y los comentarios interesante de tus lectores alrededor del mundo.

  20. Muy buen análisis! Me gusto el ejemplo del experimento. Aunque también esta el otro enfoque que dice que gracias a los múltiples estímulos logramos hacer mas cosas al mismo tiempo.

  21. Santiago, he leído con profundo interés esta entrada de tu blog y la cauda de comentarios de tus lectores, especialmente los tres videos de TED que María compartió (¡gracias, María!).
    Coincido plenamente contigo, soy adicto a la gratificación inmediata que ofrecen Twitter y Facebook y como se dice en los videos hay cientos de opciones (en redes sociales) y yo elijo a mi gusto en cuales concentrarme o no,,, pero eso no me satisface.
    Gracias de nuevo, Santiago, has conseguido un lector más de tu blog. Saludos desde México.

  22. Muy buen post.
    El futuro es prometedor. Siempre lo fue. Por qué no lo sería hoy con todas estas herramientas. La humanidad siempre se abre camino. Es su gesto particular. Las redes, internet, las netbook en las escuelas son (con o sin intención política desde «arriba») enormes democratizadores. Estos recursos puestos en manos de los pueblos traerán, sin dudas, nuevos desafíos para un porvenir con aroma a libertad..

  23. Muy buen artículo…

    y se que es medio off-topic, pero ¿en serio crees que es mejor ver un programa periodístico político en lugar de Tinelli? Con Tinelli sabemos que estamos viendo algo superficial, machista, etc etc… con la mayoría de los programas periodísticos políticos «creemos» que nos estamos informando y somos más serios… pero será tan asi?

    saludos

  24. Muchas, muchísimas cosas relacionadas. No quiero extenderme sobre lo que ya se ha dicho, solo puntos: Twitter -o cualquier medio electrónico- es una herramienta, el uso que se les dé dependerá del usuario. La brevedad e inmediatez de Twitter atrae, y es adictivo y de nuevo depende de cada persona. Los jóvenes -y muchos otros no tan jóvenes- pueden sentirse dependientes de sus ‘accesorios’ electrónicos, pero dada la oportunidad descubren que pueden vivir sin ellos, con cierta incomodidad, pero pueden. Las personas con dificultades de concentración han existido siempre -algunas logran superarlo otras no-, la multitud de estimulos simultáneos son distractores -la oferta es inmensa hoy en día- pero a la hora de centrarse en algo particular, la mayoría puede. La tecnología puede ser usada en forma satisfactoria y enriquecedora. ¡Este comentario quedó como una sucesión de tweets mas que un párrafo completo!

  25. Yo estaba en medio de algo y llegué acá por un link en Twitter. Terminé de leer el interesante post y ahora no me acuerdo en que estaba =S. Pero en definitiva, lo que vivimos ahora es una nueva etapa, al igual que pasó con la imprenta de Gutenberg, la radio, la TV, luego la computadora personal, etc. Son cambios culturales derivados de la innovación tecnológica. No podemos hacer mucho sino aceptarlos y entenderlos desde la perspectiva de que formann parte de un nuevo entorno. No hay que alarmarse.

  26. Parece que terminaremos como Funes el Memorioso, el libro de Borges que cuenta la historia de una persona que no puede olvidarse de nada, recuerda todo y por lo tanto pierde la capacidad de pensamiento debido a su incapacidad para dejar de prestar atención a las cosas sin importancia.

  27. El post es muy interesante!
    Pero quiero que tengamos en cuenta algo; es también interesante que cruzando la General Paz las cosas cambian bastante, sin irse muy lejos, por ejemplo vas a Pilar y entrás a un almacén a hacer alguna compra, si no están durmiendo la siesta, te atienden cuando el almacenero termina de charlar con las vecinas, y así es más del 80% del país; su filosofía es que «hay tiempo para todo».

    El cambio en Internet que estamos viviendo es sólo la punta del Iceberg, pero no es la realidad de la mayoría del planeta.

Responder a Fernando Scheps Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *