El desafío de ser padre hoy

10-01-2009

Escena 1:

Estoy en una plaza con mis hijos. El mayor de ellos, que en ese momento tenía unos siete años, se esfuerza por descolgarse de una trepadora. En la de al lado, un chico que aparenta ser algo menor también intenta hacerlo cuando de repente noto que estaba asustado por la altura y me acerco ofreciendo ayudarlo. Mi hijo me alecciona: «Papá, no se puede ayudar a desconocidos. No hay que hablar con quien no conocés.»

Instantáneamente quiero decirle que no es así. Que, por el contrario, siempre hay que ayudar a los demás cuando está a nuestro alcance hacerlo. Pero no pude…

Me horroricé. Empujados por un mundo más peligroso que aquél en el que crecimos, estamos criando chicos ‘seguros’ al precio de hacerlos insolidarios.

Esa respuesta de él era resultado de lo que la mayoría de los padres de hoy le enseñamos a nuestros hijos para protegerlos del peligro. Así como no era correcto no ayudar nunca a nadie, tampoco podía transmitirle como norma que podía hablar o ayudar a cualquier desconocido.  ¿Cómo transmitirle a un chico de siete años cual es el criterio para definir cuáles ‘otros’ son peligrosos y cuáles no?

Escena 2:

Otro de mis hijos, en ese momento de tres años, sube al auto de su abuelo en un día de mucho calor. «Prendé el aire», le dice. Mi suegro le responde que su auto no tiene aire acondicionado, a lo que mi hijo, completamente sorprendido contesta: «No puede ser. TODOS los autos tienen aire acondicionado«.

Otra vez me invadió el horror. Yo recuerdo bien la primera noche en mi vida, teniendo unos 27 años, en que tuve un aire acondicionado en mi habitación. Mucho más vívidamente recuerdo las noches de calor de mi infancia y adolescencia, dando vueltas en la cama tratando de captar cada brisa que saliera de mi ventilador turbo.

La combinación del abaratamiento de ciertos productos electrónicos con el carácter cada vez más ‘descartable’ de las cosas que consumimos han subvertido completamente el valor de las cosas a los ojos de nuestros niños. La mayoría de los juguetes que reciben (Made in China) duran de unos pocos días a unos pocos meses. Hoy nada es demasiado apetecible, nada es durable.

Escena 3:

Iba en el auto por la 9 de Julio. Al pasar por el Obelisco, me detuvo el semáforo. Al lado mío paró un auto donde un hombre lleva dos niños en el asiento de atrás. A su ventanilla se acerca una nena pidiéndole una moneda. El padre, sin siquiera mirarla, le hace un gesto de que desaparezca sin darle nada.

Me vuelvo a espantar. No hay nada malo en no poder dar dinero en una ocasión puntual, pero estoy seguro de que ese hombre no registró (y tal vez en ese momento tampoco los chicos) que el gesto de desprecio con que lo hizo fue un silencioso mensaje estridente. Posiblemente alguna de esas noches el señor se sentará con sus niños a hablarles de la importancia de ser solidarios, pero sus chicos para entonces ya van a haber aprendido bien la lección. No importa lo que decimos sino lo que hacemos. A cada momento.

Escena 4:

En medio de las vacaciones, vamos a pasar el día con mi esposa y los chicos al Zoológico de San Carlos. En ese lugar, que no solo es gratis sino que ni siquiera tiene puerta, los animales viven en jaulas pequeñas que no se parecen en nada a sus hábitats naturales. Las cosas de metal están oxidadas y terminan en puntas que no son redondeadas. Los bancos y los juegos infantiles son todos rústicos, artesanales y de madera, bien peligrosos. El agua no es potable. Mis hijos miran con cierto espanto y no alcanzan a entender el por qué de mi cara radiante. ¿Cómo explicarles que en ese lugar mágico, por más años que pasen, siempre es la década del ’70?

Epílogo:

Las cuatro escenas me sucedieron en un lapso de unos pocos días. No estoy seguro si hay un hilo que las vincule linealmente. Son, tal vez, una muestra desordenada pero cruda del desafío que es para mí ser padre hoy. De cómo me ubica totalmente fuera de mi zona de confort. Y de la dificultad que se me plantea al tratar criar seres con valores nobles, que aprecien y disfruten las cosas y puedan desenvolverse bien en el mundo que se viene.

Foto: Germán Ott

32 Comentarios

  1. Escena 1: No estoy sorprendido por la respuesta de tu hijo. Lo que pasa es que la honestidad y desinhibición de los niños nos cae como baldazo de agua fría. Pero veo bastante claro, que en los últimos 25, 30 años, especialmente en Argentina, el mundo está pasando por un cese de ayuda al prójimo, a un estado de supervivencia individual. Hoy, el mundo funciona por el «sálvese quien pueda». Pero también creo que el mndo está cambiando, y estamos volviendo lentamente hacia un camino comunitario.

    Escena 2: Una vez más, creo que que un niño nos haga ver la realidad tan brutalmente es lo sorprendete. Pero es algo que estamos acostumbrados a ver todos los días. El materialismo frenético y fugaz en el que se vive hoy en día, ha llevado a no valorar, o mejor dicho, a dar por sentado comodidades que antes eran impensadas.

    Escena 3: Por algo digo en mi post, hay que hablar mirando a los ojos. Las palabras son tienen fuerza si se las acompaña con acciones. Sino quedan vacías, o peor aún, nos tiñen de hipócritas. Esas enseñanzas que dará su padre, resbalarán de los valores que elijan sus hijos.

    Escena 4: Veo relacionado esto con la escena 2. Los niños de hoy en día, mucho más independientes de la voz de la experiencia adulta que generaciones anteriores, solo ven lo que hay. Y hoy hay materialismo, hoy hay show. Sin actualidad, no hay valor. Y el valor histórico que tiene para vos Santi, es imperceptible para una persona generación siglo XXI.

    Disfruté mucho este post. Creo

  2. Escena 1: No estoy sorprendido por la respuesta de tu hijo. Lo que pasa es que la honestidad y desinhibición de los niños nos cae como baldazo de agua fría. Pero veo bastante claro, que en los últimos 25, 30 años, especialmente en Argentina, el mundo está pasando por un cese de ayuda al prójimo, a un estado de supervivencia individual. Hoy, el mundo funciona por el «sálvese quien pueda». Pero también creo que el mndo está cambiando, y estamos volviendo lentamente hacia un camino comunitario.

    Escena 2: Una vez más, creo que que un niño nos haga ver la realidad tan brutalmente es lo sorprendete. Pero es algo que estamos acostumbrados a ver todos los días. El materialismo frenético y fugaz en el que se vive hoy en día, ha llevado a no valorar, o mejor dicho, a dar por sentado comodidades que antes eran impensadas.

    Escena 3: Por algo digo en mi post, hay que hablar mirando a los ojos. Las palabras son tienen fuerza si se las acompaña con acciones. Sino quedan vacías, o peor aún, nos tiñen de hipócritas. Esas enseñanzas que dará su padre, resbalarán de los valores que elijan sus hijos.

    Escena 4: Veo relacionado esto con la escena 2. Los niños de hoy en día, mucho más independientes de la voz de la experiencia adulta que generaciones anteriores, solo ven lo que hay. Y hoy hay materialismo, hoy hay show. Sin actualidad, no hay valor. Y el valor histórico que tiene para vos Santi, es imperceptible para una persona generación siglo XXI.

    Disfruté mucho este post. Creo que es una muestra excelente de que el mundo hoy va tan rápido que un padre tiene menos control que nunca sobre sus hijos. Por control me refiero a poder darle los valores que considera correctos. Así que como vos dijiste, la mejor manera es hacerlo mediante actos. Demostrar que se debe ayudar, demostrar que el aire no siempre estuvo, actuar respetando al prójimo, y haciendo comprender el valor en las cosas que escapan al consumismo diario o al materialismo.

    Excelente post, lo disfruté mucho. Te dejo un video de 4 minutos, de un comediante que se llama Louis CK, que habla de como hoy «Everything is awesome, and nobody is happy». Está MUY relacionado con tu post.

    http://video.aol.com/video-detail/louis-ck-everythings-amazing-and-nobody/1349328242

    Saludos, buen finde.

  3. Santi: muy bueno el post. Me siento muy identificado con todo lo que decís.
    Sobre el tema de si hay que darle monedas a los chicos en los semáforos, lo venimos conversando hace mucho con mi esposa. Por un lado queremos ayudarlos, pero por el otro no queremos contribuir a fomentar esta actividad, que muchas veces está impulsada por sus mayores, que ven en los nenes/as más chicos una forma más efectiva de recolectar dinero. Por ahora resolvimos tener un paquete de galletitas siempre a mano en el auto para dárselo cuando nos piden. Creemos que es una solución algo mejor que no dar o que dar plata, pero igual me deja un sabor semiamargo. Otras ideas?

    Carlos: espectacular el video de Louis CK! es uno de mis standaperos favoritos por lo descarnado que es, y por su capacidad de hacer el humor más improvisado que hizo en este video.

  4. Santi:

    Tu post, este en particular me pegó y duro. Debe ser por el tema de la identificación, vio?

    El «¿cómo le explico?» es una realidad diaria, entre lo que deberíamos decirle por los valores, lo que deberíamos decirles para protegerlos, lo que deberíamos decirle porque -más alla de lo anterior-, es lo que nosotros creemos. Me pasa con Juaco, de casi 5 años, cuando me cuestiona determinadas cosas. Me pasa conmigo misma, cuando le digo que haga cosas que ni a mi me terminan de convencer del todo.

    En algunos de estos casos, la vuelta que le he encontrado es bajarme del rol de todopoderosos en el que nos subimos muchas veces las mamás y aprender a decir «no sé, pero vamos a investigarlo, dale?» o «vamos a preguntarle a fulano que de esto sabe» o bien decir «tenes razón que en esta situación te dije tal cosa, pero en esta otra no es así». ¿Le creará esto un tremendo «matete» en la cabeza de Juaco?, no creo. Más bien apuesto a que mi hijo entienda que su madre no siempre tiene todas las respuestas aunque sí las busca cuando no las tiene y que entiende que no en todas las situaciones se reacciona igual y podemos equivocarnos. El «no sé» junto con el pedir disculpas cuando le chingamos maaal… (sí, los papis también le erramos no?) nos ha dado como resultado que él también lo haga muchas veces.

    Y mientras tanto, seguimos creciendo juntos, caminando juntos y probando juntos. Que de esto se trata cuando uno no tiene el manual para niños , no? 🙂

  5. ¿Como explicar a nuestros hijos las grandes diferencias sociales, que hay
    gente que lo tiene todo,y otros que no tienen nada.?
    ¿Como enseñarles a ser solidario, si tenemos miedo que los lastimen?
    ¿como decirles a nuestros hijos el significado de la palabra indigente?
    ¿como explicarles que somos responsables, de todo lo que sucede?
    Gracias Santiago, por hacerme reflexionar por unos minutos al menos.
    atte.Gustavo

  6. Comparto.
    Es muy dificil enseñar a protegerse pero siendo solidarios.
    Yo quiero creer que en la medida que crezcan -mi hija tiene casi 5- van a entender las sutilezas, porque ahora veo como a veces toma una frase como una sentencia y si sigo explicando ya no se entiende nada.
    Lo bueno es que irá viendo qué hago en cada caso y sé que es lo suficientemente inteligente para entender.

  7. Muy bueno Santi. La verdad es que se suceden escenas como esas todo el tiempo y es cada vez más difícil identificarlas como importantes en cuanto al efecto en los chicos. Lo peor es que probablemente las que más afectan a los chicos son las que menos nos damos cuenta…

  8. Juas, me causa gracia que con 27 años acabo de comprarme mi primer aire acondicionado. Creo que un buen ejemplo es la gente que vive fuera de Argentina y vuelve con sus hijos a mostrar donde nacieron, donde estudiaron, donde vivian, donde andaban en bici. Para que las nuevas generaciones sean generaciones de esfuerzo como lo somos nosotros los que no crecimos en una cuna de oro. Me parece importante, enseñar que unos tienen más otros menos pero que se puede convivir y ayudar. Esperemos que Argentina enseñe a pescar y no a servir el pescado como lo hicieron durante décadas. Yo crecí andando en bici por toda la ciudad, desde costanera sur hasta los lagos de palermo podía pasear todo el día con tan solo 10 años. Hoy se animan a dejar a sus hijos hacer algo así ?

  9. Santiago, me ganaste de mano. Inaugure blog profesional+personal y lo hice mas que nada para poder escribir cosas como….estas!
    Los hijos son «la empresa mas importante» para un par de socios llamados padres.

  10. Son escenas reales y seguramente podría escribir miles en la misma línea… Es muy bueno recordarlas de vez en cuando para acordarnos lo importante que es nuestro rol como educadores, no?.
    Te aporto una escena más de mi casa hace unos años:
    Estábamos desayunando temprano con los 4 chicos (hoy los 4 más grandes) para ir a tomar el avión que nos llevaría a Bariloche para esquiar unos días, cuando uno le pregunta a la señora que trabajaba en casa y que venía en el viaje con nosotros: «fulana, vos sabés esquiar?». La respuesta fue no y recuerdo que la cara de desconcierto de los 4 anunció lo que venía en seguida…: «NO!. Pero…, que hacías cuando eras chica en las vacaciones de invierno???».
    Aprendí y ya no me pasa más!. 😉

  11. Ojo Santi, que a veces esos comentarios sobre el antes y el hoy (que tambien a veces me vienen a la cabeza en mi casa, con dos niños de 7 y 9 años) se parecen a los de nuestros padres cuando recordaban los días en la vereda, la pelota de papel y la vida sin tele, o preguntaban para qué uno iba a querer una compu en su casa…Nos tocó ser padres hoy, y seguramente es tan desafiante como lo fue siempre!

  12. Santi, tocaste un tema q en parte fue protagonista de mis ultimos meses. Nunca me cerrodel todo el concepto de «Barrio Cerrado» pero hace un tiempo me mude a uno. La ganas de volver a vivir en una casa, sumado al problema de la inseguridad, me hizo tomar esa desicion.
    Les estoy dando a mis hijas un mensaje contradictorio?, sin dudas! muros, guardias de seguridad, alarmas, que dificil!. y por otro la igualdad, la solidaridad, etc.

    Apenas llegue al barrio me toco vivir algo q me dejo con un sabor muy amargo. Hubo un par de problemas de robos chicos, bicicletas, etc, por lo cual entre otras medidas se definio q al camion recolector de basura lo acompañe en su trayecto un auto de seguridad. Que pais estamos haciendo, que puede sentir el recolector de basura q entra al barrio y lo siguen como a un delincuente?
    Como frenamos esta fractura social a la q yo contribuyo?
    Como le explicamos todo eso a los chicos?

    Dificil….

  13. Hola a todos!!!
    Comparto mi experiencia puntual.
    Plaza almagro, Calesita. Mi hija esta dando ya sus primeras vueltas sola, atada del cinturon de cuero del caballito,mientras la vigilo con todos mis ojos (2), veo que una nena muy chiquita que recien camina y que tiene una pañalcito debajo del short se acerca lento pero seguro a la calesita, miro a los costado y no veo a ningun adulto, ella sigue avanzando, y comienzo a calcular dos cosas a la vez :
    1) Esta a 4 segundos de hacer contacto su cuerpito con la calesita que esta andando, y eso es un flor de golpe seguro.
    2) La llego a agarrar para alejarla y seguro genero una situacion que me puede traer mas de un problema con sus padres.
    Sigo mirando y no veo ningun adulto y cuando esta por tocar con la cabeza los parantes( que usan los chicos para ir parados y agarrar las sortijas ) grito » Cuidado que esta nena se va a golpearrrrr»..
    Paso el parante correspondiente y le golpeo la cabeza un poco, alcanzò para tirarla al piso y yo alcance a sujetarla como para que no se golpee contra el suelo.
    Con su grito aparecio el padre con un carrito de bebes y las fichas en la mano (estaba del otro lado de la calesita comprandolas).
    Lo mire con mi cara acusadora y no hizo falta decirle nada.
    ?como entra a un lugar asi con su hija caminando sola? Son cosas que veo a diario y no entiendo? tanta irresponsabilidad
    Pero es algo que siempre digo, muchos dejan a los chicos hacer cosas para las que no estan preparados (en el caso Nº 1 de Santi con la trepadora y el niño que estaba asustado por la altura, donde estaba el padre?), y te dicen dejalo… dejalo que si no no va a aprender..y cuando pasan estas cosas ..los padres dicen otra cosa.. «lo que hubier dado porque no se golpera mi hijo con el fierro de la calesita» o estan en la guardia del Hospital.. les aseguro que estan llenas de estos accidentes.
    Pero si la agarraba a la niña y no se golpeaba y me veìa asì el padre?? que me iba a hacer?
    es muy complicado explicar la cara A de la historia mientras se vive la cara B.
    Por eso no se si se trata tanto de explicaciones sino de como vivimos las cosas.
    Yo «trato» de ser lo mas coherente entre lo que hago con lo que digo, es mas trato de no decir mucho y hacer mas.. me parece mucho mas productivo.
    Yo no doy monedas en el auto o en el subte…tarto siempre de llevar galletitas o alguna golosina , s tengo eso doy, si no no doy nada.
    Con mi hija hemos cruzado gente ciega por la calle, etc etc.
    Ella lo siente natural porque lo vive natural.
    Obvio que esto no viene solo, fuì 15 años Scout (mi hermano Ale tambièn)

    Gracias Santi por esta oportunidad.

    Saludos a todos.

  14. hola, que bueno relfexionar sobre esto. El video que subió andrés ya lo conocia pero no deja de golpearme fuerte, me gusto mucho la simplicidad y las preguntas de ignacio …muchas veces me las hago.

    es un tema en el que pienso todos los días. Nuestros límites como humanos y como papás definitivamente «constituyen» a nuestros hijos, como a nosotros nos constituyeron las fortalezas y límites de los nuestros.

    en casa ni bien levantamos la voz mi nene capta enseguida si es por una discusión ….se tapa los oidos y dice «mucho ruido» «basta», es muy fuerte y muy duro, y al mismo tiempo muy hermoso volver a caer en la cuenta de lo que significa vivir para siempre fuera de la zona de confort.

    creo que el solo hecho de reflexionar sobre nuestras elecciones y acciones , sobre nuestras premisas contradictorias, …ya es un gran paso ….

  15. Como la mayoría de las madres que eligieron serlo, yo también creí que iba a ser la primera que hiciera las cosas realmente bien. Mi primer hijo, Santi, nació cuando el mundo entero acusaba a las madres o de abandónicas (por no consagrase lo suficiente a su deber y la lista de lo que era necesario para alcanzar ese standard era casi infinita y absurda) o de esquizofrenizantes porque transmitíamos un doble mensaje ya que, ¡oh! ¡horror! no eramos capaces de curarnos de los sentimientos contradictorios que nos embargaban. En ese entonces vivíamos con los libros en las manos para saber qué hacer (digamos, los que habitábamos ese mundo regido por ese modelo). Recuerdo una tarde, cuando Santi tenía 6 meses y unos ojos azules que le ocupaban media cara, que lo estaba cambiando y de pronto ví en él, en esos ojos que me parecieron desmesurados, algo que nunca había visto: no era sólo «mi bebé», era una cosa, sí, una cosa desconocida, indescifrable, amenazante. Duró un instante pero fue tremendo. Esa conciencia lascerante me llevó a pensar: yo sé qué sale de mi boca (¡qué ilusa!) pero no sé qué entra en los oídos de él. Él es irremediablemente, irreductiblemente, otro. (Por si acaso, lo unto bien con óleo calcáreo para poder hacer bien los masajes que indica el libro Shantalá.) Más tarde aprendí otras cosas.No es bajando línea como se transmiten los valores, eso lo sabemos todos aunque con frecuencia no nos sirva para nada saberlo. Algo que muy cruda y valientemente expresa Sebastián Sewrujin. Educamos sin saberlo, cuando no nos lo proponemos, cuando no es eso lo que tenemos en la cabeza, cuando mostramos la hilacha. Atentos al contenido de nuestras palabras y nuestros actos, es muy probable que estemos respondiendo a nuestro ideal de padres o de personas y no a quienes realmente somos en ese momento. Aquí empieza un serio problema: saber quiénes somos en ese momento, o sea, la hilacha. Cuando pienso como siento y siento como pienso, ¿es en un barrio privado donde quiero vivir? Más riesgo, menos control, más fusión con lo que pasa aquí, en este momento, entre nosotros, menos deber ser, menos ideología. Mafalda le advierte a Felipito algo así como: «Portate bien, mirá que si no, viene tu mamá y te explica».

  16. Me viene a la cabeza la estrofa de una cancion de Sabina: »funda un hogar en donde nunca reine mas rey que la seguridad» … y eso es terrible, no? Con tantas precauciones y miedos, estaremos fundando un hogar o »fundiendo» un hogar? En todas la generaciones existio el sindrome de »en mi epoca esto era asi o asá», aunque intentemos evitar esos comentarios en algun momendo los haremos delante de un hijo o sobrino, es la ley de la vida y no hay que sentirse mal. Las cosas cambian y hasta nuestros propios hijos algun dia deberan afrontar sus propios fantasmas, buenos y malos. Yo apoyo que los hijos se crien en un ambiente solidario, en una sociedad justa la seguridad se construye sola, no ahora, y ni siquiera en los proximos 20 años, pero debemos trabajar en eso. Mientras tanto no hay que ser ilusos, por supuesto, ni creer que a nosotros nada nos puede pasar, y a los chicos hay que cuidarlos por sobre todas las cosas, pero jamas perder el norte: que nuestros hijos sepan protegerse pero sin perder la nocion del mundo que los rodea y de aquello en lo que pueden ser utiles para con otros que son menos afortunados.
    Y las anecdotas del zoologico y del auto me mataron, jaja, que grafico y que identificada me siento.
    Saludos, Santi !

  17. La confusión persevera. Pero al menos da un poquito de que-se-yó ver que somos tantos los que avanzamos a los ponchazos en este terreno.
    Me gustó mucho el video del stand upero y me impactó el otro.
    Me maté de risa con la anécdota de Juanqui, aunque me queda la duda cómo hizo para que ya no le pase más.
    El tema de los barrios cerrados que trae Ignacio es otro temazo. Algún día le voy a dedicar un post…

  18. Santiago :

    Para seguir el tema hay un capítulo del libro «Freakonomics» de Steven Levitt, que si bien es un economista tiene, una capacidad notable de hacer preguntas y tratar de responderlas analizando montañas de datos.

    En el capítulo que les comento la pregunta es : ¿Que hace perfecto a un padre ?

    Y despues de analizar montones de datos estadisticos de California, llega a una conclución un tanto controvertida para los que somos padres, pero que si la pensas tiene mucho sentido. Lo cito textual :

    «Para cuando la mayoria de la gente compra un libro sobre el cuidado de los hijos, es demasiado tarde. La mayor parte de las cosas que importan se definieron mucho antes : Quienes somos , con quien nos casamos, que tipo de vida llevamos. Si somos inteligentes y trabajadores, hemos recibido una buena educación, tenemos un buen sueldo y estamos casados con alguien igualmente afortunado, entonces es mas probable que nuestros hijos tengan éxito. (Tampoco es perjudicial, con toda probabilidad, ser honestos, reflexivos, cariñosos y con curiosidad ante el mundo. Pero no es tanto una cuestión de que se hace como padre sino de quien se es…»

    Y creo que es la idea de la famosa frase «Se educa con el ejemplo».
    Como pusiste vos : «No importa lo que decimos sino lo que hacemos. A cada momento.»

    Muy interesante el tema que planteaste.
    saludos

  19. Comparto los comentarios de Sebas, Inés, El Joven Warren y Maria Laura. Creo que se trata de vivir nosotros con nuestros hijos. Y a traves de lo que somos, educarlos. Los vamos a educar de acuerdo a como fuimos educados o al output que eso genero en nosotros -seguramente cosas que no nos gustaron o hicieron bien, trataremos de no repetirlas, aunque a veces se filtren por haberlas «mamado» desde la cuna y seamos conscientes de ello-.
    Por otro lado, creo que hay un equilibrio muy dificil entre darles la libertad para que aprendan y vivan su experiencia, a pesar de saber que van a darse contra la pared -y a uno le gustaria poner un colchon para que el golpe no sea tan fuerte-. Pero creo que es algo muy dificil. La sobre-proteccion o la desproteccion? Ni lo uno, ni lo otro; pero quien tiene la vara y puede darnos el manual para que eso no nos pase -los ejemplos que marcaron aca son muy claros y pueden verse reflejados comentarios sobre esos hechos que marcan ambos extremos-.
    Creo que uno se cuestiona muchas veces sus reacciones o decisiones, y seguro, podria haberlo hecho mejor, pero tambien peor. Y es facil juzgarse con el hecho consumado -quien tiene la bola de cristal para anticiparlo-. Si uno minimiza los riesgos, tambien la experiencia del hijo no va a ser tan real, o cuando uno no este ahi, no podra minimizarselos. Quizas si enseñarle a como hacerlo, como «achicar» riesgos, pero ya hablamos de otras edades. O quizas no, quizas lo puedas hacer «jugando». Que se yo, bienvenidos -a los que recien empiezan, y a los que no tambien- a este mundo magico de ser padres, que estamos todos en el mismo barco… A veces sale la tormenta, y a veces amarramos en una playa para disfrutar de un rato de sol y recreo.

  20. En uno de los comentarios de este post decía lo siguiente: «Los hijos son la empresa más importante». Qué metáfora terrible. Me dio escalofríos. Estas palabras también contribuyen a la confusión general y a la distorción de valores. No me gustaría ver a mi hija como una empresa, ni me gustaría ser una madre que en casa actúa con ojos de empresaria. Dejemos, aunque sea en nuestra casa, el traje colgado. Por favor!!!!!!!!!

  21. La escena del zoológico la encuentro un tanto confusa, no veo cual es el inconveniente. Ese es un zoológico que no tiene nada de particular, salvo para aquel que haya tenido agluna vivencia en él. Es normal que los niños no le encuentren mucho de particular…

    El trabajo de ser padre siempre fue un desafío, solo que es mas difícil cuanto mas te propongas hacerlo bien.

  22. Lei este post justo hoy… que acabo de llegar a la mitad de mi embarazo, que desde mi freak mente pediatra es el momento en que me relajo, y me doy cuenta que está todo bien con mi beba… y que en unos meses más seré madre. Y me aterra pensarlo aunque a la vez me emociona. No puedo dimensionar tarea más difícil en el mundo, más exigente, más comprometida… Y lo intenté por todos lados pero no hay manuales en ninguna librería… Habiendo hecho pediatría (siendo pediatra hoy por hoy) uno llega a creer que quizás tenga otras herramientas… Ingenua… Lo que sí sé es que somos el ejemplo de nuestros hijos, que serán solidarios solo si nosotros lo somos, que tendrán empatía sólo si nosotros la tenemos, que escucharán más de lo que hablen sólo si nosotros recordamos más seguido que tenemos dos orejas… No digo que sea fácil, sólo en concientizarnos que es difícil ser íntegros cada día, pero es la única forma de ser uno mismo…
    Un beso grande santi!

  23. Pega fuerte este Post… mi hijo tiene 3 años y no puedo cambiar mis habitos, te aseguro que lucho contra el decir y hacer, mi señora me ayuda pero soy un quebracho… lo lamento mucho. ME PEGÓ FUERTE.

    Muy lindo todo Santiago

  24. Ahora te quiero ver!…En la cancha se ven los pingos. Mis padres son dos locos de aquellos, mezcla curiosa de exigentes, informales, charlas, retos, Noes y «algún día lo vas a entender». Imposible no sentir a cada paso que no les llegaré a los talones, porque juntos, eran la combinación perfecta de dulzura y severidad. Amo de mis padres, sobre todo, la coherencia con la que vivían, era solamente su forma de ser, incluso hoy los veo, son así, a Papá le dá lo mismo que este hablando con el basurero o el Papa, a todos les habla igual (y no porque no sepa), mamá y papá daban siempre todo lo que podían, mejor que dar cosas -que a veces no teníamos- daban su tiempo, su sonriza, su amabilidad, su paciencia. Siempre demostraban interés por lo que le pasaba a los otros, siempre. Y no hizo falta que nos hablaran de la importancia de dar ni de ser solidarios. Ellos eran así. Y el efecto fue todavia más contundente porque no hablaban de serlo, cosa que a veces puede jugar en contra, al hacernos creer que somos «mejores» porque somos «generosos». Tal vez lo que más recuerdo de sus métodos de crianza son las cosas que menos me gustaban entonces. Por ejemplo, su total incapacidad para ser indulgentes con nosotros. Nos amaban con toda el alma, no cabe duda, pero NUNCA NOS LO DEMOSTRABAN DEMASIADO. Siempre se concentraban más en el proceso que en el resultado, y no nos felicitaban por un diez ganado sin esfuerzo ¡Qué irritante era mi viejo cuando le mostraba un dibujo copiado ( o ¡sacrilegio! «calcado») nunca, nunca podía felicitarte por una cosa así, por el contrario, debías enfrentarte a uno de sus discursos sobre autenticidad. Lo que me quedó mas grabado fue su frase sobre la mentira y el engaño: «Vos podés mentir a los demás, podes engañar a todos, PERO NO PODES MENTIRTE A VOS MISMO, en el fondo vos SABES la verdad». El tema es que yo pensé que todas esas cosas eran factibles de ser «TELETRANSPORTADAS» a mi realidad de madre, Hoy. Pero vengo a encontrarme con la realidad de que NO ES ASÍ. Nada es «TELETRANSPORTABLE». Tal vez porque el todo es más que la suma de las partes y no hay dos iguales. Pero me queda la esperanza, de que a mi hijo le pase lo mismo que me pasó a mi. La confianza en que si en vez de esforzarme todo el tiempo en ser la madre perfecta me enfoco en ser la clase de persona que me gustaría ser, tal vez eso sea algo que algún día imite, o desee imitar. Esto tambien pasa, saben. Padres que se cansaron de repetir a sus hijos lo que debían hacer y ellos que se empecinaban en no hacerlo y años despues, cuando son grandes, resutla que todo «eso» estaba ahí, sale a la luz, y nos descubrimos diciendo las cosas que nos decían y haciendo las cosas que ellos hacían.

    P/D. En mi face puse una nota «estrategias para padres» de John Rosemond. Hay que leerlas. Igual las de OSHO. A veces hacemos de más y eso se nota en nuestros hijos. En una dice: «Si su hijo repite constantemente que está aburrido, significa que le hemos dado demasiado, demasiado pronto».

    Beso, ¡Qué tema!

  25. HOla! Q acertada síntesis!

    dejé un comment en el post de Schüschny como aporte… dejo ahora solo el link de una visión de este complejo desafío….
    http://marini-cieloytierra.blogspot.com/2009/02/que-puedo-hacer-para-enriquecer-tu-vida.html

    Con respecto al punto 2, en que no solo la dinámica consumista es algo a revisar por una cuestión del propio excesivo consumo. sino que suma, el hecho de activar constantemente sistemas que regulen una temperatura externa hacen que el propio sistema orgánico no funcione correctamente!. y esto lo muestran la cantidad de enfermedades respiratorias que no solo tienen adultos sino el 70% de los niños hoy!
    el aire viciado, sin recambio, es algo nocivo para la renovación del oxígeno, sangre, vitalidad…
    parecería un tema secundario. pero …es la salud de estos hijos que nos invitás a observar…la salud es un estado de bienestar interno y externo: esos valores humanos para criar seres lo mas íntegros posibles, también merecen un mundo saludable…. en el que sabemos q. también los grandes mercados hace rato crearon medicación para niños con trastornos de conducta…y eso, también es una alerta de conciencia!

    gracias Santiago!
    voy a replicar tu post!

    Un cariño para todos

  26. Es buenísimo ver como van cambiando los desafíos de cada generación de padres y de hijos.
    Hace unos días en un semáforo le di una moneda a un nene-payaso que hacia malabares ante mi hija (de 3) que miraba atónita: le regalaste algo? lo conocés? pero él te saludó… te conoce? sos el jefe? te dijo jefe.
    Mi forma de criar hijos se basa en 4 patas: tener constancia, saber que no soy su amigo, educar con el ejemplo y saber reconocer mis propios errores. Después… que se yo como va a salir!

  27. Las 4 escenas son parte de nuestro mundo de hoy y te dejan pensando. Agradezco al autor por informarlas. La 3 es terrible… te mata. Sin embargo es muy cierta. Estimo que los niños aprenden mucho mas por lo que ven que por lo que se les dice. No vale pontificarles sino enseñar con el ejemplo. Saludos. MV

  28. Hable recién con dos directores. Mi amigo Martin Scorcese me dijo que con estas 4 escenas no hacemos nada y me cortó. Quentin me dijo que el proyecto le resultaba interesante pero hay que agregarle picante. En la escena 1 cuando el chico pide ayuda tu hijo saca un cuchillo y lo abre al medio. En la escena 2 cuando el abuelo dice que no tiene aire el niño dice «respuesta incorrecta» y le dispara. En la escena 3 hay que atropellar a la nena y en la 4 los animales se sueltan y se comen a todos los turistas.

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