Entre las nubes oscuras

06-10-2008

Este es el cuarto y último post de la serie sobre parapente y Entrepreneurship. En los tres anteriores hablamos sobre la preparación para emprender, el startup del emprendimiento y la fase de crecimiento. Ahora es tiempo de hablar sobre cómo lidiar con la adversidad.

Un rato después del placentero vuelo del post anterior, el horizonte empezó a llenarse de nubes. Como si la naturaleza hubiera querido darme letra para escribir en el blog. La metáfora para el Entrepreneurship era perfecta. En países como la Argentina, justo cuando la cosa se empieza a poner linda, aparece una tormenta que amenaza con cortarte las alas.

La nubosidad fue aumentando hasta que apenas se podía ver a unos metros de distancia y el valle abajo había desaparecido. Sin poder saber qué había adelante, tuve que tomar la decisión: despegar y perderme en las nubes para ver qué me encontraba o permitir que las nubes detuvieran el vuelo.

Veamos ahora algunas ideas sobre cómo enfrentar la adversidad, en el parapente y en el Entrepreneurship:

1) Confiar en tus ‘mapas’: Siempre hay momentos en la evolución de los emprendimientos en que el horizonte se vuelve sombrío y el futuro incierto. Son los puntos de quiebre, los que realmente te ponen a prueba. En esas ocasiones, si la visión no nos sirve, lo mejor es confiar en nuestra experiencia y en los demás sentidos. El conocimiento del ´terreno´que adquirimos en etapas normales es la mejor herramienta para mantener la confianza.

2) Tomar las decisiones difíciles antes de que ocurran: Nueve meses antes del colapso económico de Diciembre de 2001 en Argentina, en Officenet ya estábamos trabajando en preparar lo que en ese momento llamamos «Plan Pi».

Ese plan contemplaba todas las decisiones que habría que tomar y todos los cambios que habría que hacerle al negocio en un escenario como el que vino después. En ese momento, aún con la cabeza fría y enfrentando un escenario hipotético, pudimos marcar el tortuoso camino a seguir si la situación desmejoraba. Cuando efectivamente el colapso ocurrió, todas las decisiones más difíciles estaban tomadas. Tomarlas en el calor del momento hubiera sido enormemente más difícil. Como esos carteles que dicen: «En caso de incendio rompa el vidrio», rompimos el vidrio, miramos lo que nosotros mismos habíamos resuelto en tiempos de calma y lo pusimos en práctica.

El prepararse para los escenarios difíciles bastante antes de que ocurran y armar planes de contingencia es esencial. Es muy difícil resolver después sobre la marcha. Analizarlos antes además permite considerar diferentes futuros posibles y delinear cursos de acción distintos según qué sea lo que encontremos.

3) A problemas ordinarios, soluciones ordinarias; a problemas extraordinarios, soluciones extraordinarias: No se puede enfrentar circunstancias anormales con nuestros métodos de trabajo habituales. Los procesos operativos están diseñados para lidiar con un determinado contexto. Y un error bastante común es tratar de solucionar estas situaciones fuera de lo común con nuestras herramientas de siempre.

Lo primero que hay que hacer es adoptar una mentalidad de emergencia y tener la flexibilidad de redefinir todo lo que sea necesario para ponernos a la altura del desafío que enfrentamos.

4) Priorizar la superviviencia: La supervivencia de la compañía es el único norte a seguir. Todos los demás objetivos de largo, o incluso mediano, plazo quedan relegados a un segundo plano. Tener eso en claro brinda comfort a la hora de llevar adelante los cambios más dolorosos.

Era el viernes 21 de Diciembre. La Argentina había colapsado el día anterior y yo estaba sentado solo en mi oficina, revisando lo que el Plan Pi indicaba: decía que al desatarse el colapso económico una de las primeras acciones a tomar para poder sobrevivir era achicar la cantidad de empleados de la compañía.

Una empresa que hasta ese momento no había parado de contratar gente, de repente se veía enfrentada a tener que dejar ir a una parte importante de su propio equipo. Todo esto además sucedía en vísperas de Navidad. Yo me sentía completamente apesadumbrado por lo que tenía por delante. Buscaba desesperado alguna excusa que me permitiera posponer la decisión, al menos hasta que pasara la Navidad y el Año Nuevo. Llamé a uno de los Directores de la compañía para consultarlo y él me dijo que le parecía lógico esperar hasta después de las Fiestas. Suspiré aliviado.

Pero un minuto después, algo dentro mío me marcó que tenía que avanzar. Y con dolor en el alma, llevé adelante lo que habíamos definido meses antes. Y en el fin de semana que siguió se adoptó una decisión de duplicar los costos indemnizatorios que podría, de haber pospuesto yo la decisión, haber dejado a Officenet casi en quiebra.

Mirado en retrospectiva, pese al dolor del momento, queda la satisfacción de haber sabido priorizar la supervivencia, tomar las decisiones difíciles cuando hubo que hacerlo y haber así conservado el empleo de todas las personas que siguieron con nosotros y todas las que, una vez recuperados, pudimos contratar después.

Espero que esta serie de posts haya resultado útil a emprendedores en las diferentes etapas del proceso de llevar adelante proyectos.

Foto: Jim Griggs

18 Comentarios

  1. santiago, comparto la idea, nosotros tambien hicimos lo mismo por si EEUU estallaba, y ahora estamos en eso. Espero que el plan que trasamos en momentos frios, sirvan para estos.
    Muy bueno el post, y la experiencia del parapente es algo increible. Yo también la hice.

  2. Santiago: me encantó la serie. comprobé cómo los pasos que fuiste contando aplican a la palabra emprendimiento en su acepción más amplia. Mis empredimientos diarios son notas periodísticas y son muchas las decisiones (más de lo que los lectores se imaginan) que se toman desde la «idea» hasta el producto final que se entrega a los editores.

    Creo que el camino que proponés no es fácil, y que hay maneras más cortas de asumirlo y por supuesto más mediocres y con menos pasión.

    gracias por contar todo con tanto detalle y me alegro que hayas salido vivo del último video que posteaste =)

  3. Santi: creo que aportaste algo de inmenso valor. Hay cosas que no pueden aprenderse o «sentirse» de otra manera que no fuera sino a traves de emprendedores como vos, contando sus experiencias y lo que les sirvio en tal o cual momento, dentro de un contexto. Lo que decis del momento en el cual tuviste que reducir personal, creo que es muy impactante y muy dificil de realizar si uno no contempla el big picture, tal cual lo decis. A mi, particularmente, me toco vivirlo desde el otro lado, en una multinacional -que tambien no paraba de crecer y tomar gente a «lo pavote»- y, de pronto, tuvo que hacer la inversa. El impacto en la organizacion fue tal, que tuvo que contratar apoyo psicologico para los que no habian sido cesanteados, para sobrellevar ese hecho disruptivo en su cultura tan arraigada que iba en un sentido opuesto.

    Estos posts parecen «La Guerra de las Galaxias» para un emprendimiento. Ojala conviertas los 4 capitulos en 7 -como hizo George Lucas-, pero espero no pasen 20 años 🙂

    Gracias!!

    Ale

  4. SANTI : PRIMO, como estas…
    me gusto mucho leer tus experiencias y tu analisis de toda las adversidades que pasaste, y muy bueno el paralelismo entre los extremos y dificultades que tuviste que pasar en la Emrpesa como asi en la vida o en una experiencia extraordinaria como la del parapente.

    Me encantaria saber que pensas de todo lo que esta pasando a nivel economico en el Mundo, tu visión y a la Argentina, que repercucución va a tener?

    Te mando un abrazo grande, y estemos en contacto
    salucos a toda tu hermosa Flia.

    Fabi

  5. Gracias Santiago, sin duda tu experiencia es algo que ayuda en todo sentido, no solo para emprender, sino tambien ver como logras compartir tus experiencias abiertamente, vernos ya no como recursos sino como sujetos.
    Saludos!!!

  6. @Ale: Siguiendo la lógica de las precuelas, voy a ver si escribo algo en 10 años sobre lo que pasó antes de emprender! 🙂

    @Martu: Totalmente de acuerdo. Si bien el tema Entrepreneurship se asocia naturalmente a negocios, la aplicabilidad es mucho más amplia. Se extiende a cualquiera que tenga una idea y quiera hacer algo al respecto, sea en el campo que sea.

    @Todos: gracias por los comentarios elogiosos!

  7. No sería tan loco que de Staples te llamen para preguntarte que hiciste en la de crisis Argentina. Es mas que sabido que los argentinos en general, estamos mas que acostumbrados a lidiar con un sistema totalmente inestable, donde se ha perdido la confianza en las medidas economicas y demas.
    Asi que estate atento a la BB que en cualquier momento te pegan un llamadito me parece, jajaja

  8. A lo largo de estos posts me suena todo tan fácil… ¡hasta me dan ganas de hacer algo! No se… fundar una fundación que funde fundaciones, algo… Cuando me sienta preparado, algo voy a hacer, por ahora estoy aprendiendo.

    Ja mata ^_^
    _
    PD: Sobre la frase «fundar una fundación que funde fundaciones»: Entiéndase «Funde» de fundar, no de fundir. O_o

  9. Cómo no recordar Diciembre de 2001? Yo trabajaba en un consultorio odontológico y era la única empleada, ni se me cruzó por la mente que podía ser echada, de hecho no fue así. Pero toda esa tormenta la viví a traves de los ojos de mis empleadores, dos profesionales estrenando su cuarta década. Eran muy trabajadores y dentro de su rubro hacían muchas actividades paralelas, como cursos de ortodoncia, en los que además conseguían pacientes que -gracias al curso- podían concretar un tratamiento que suele ser muy caro, pagando cuotas muy pequeñas por el tiempo que duraba el curso, unos dos o tres años. La hacían muy bien, a los profesionales les cobraban bastante más, pero tenían la clínica tan bien armada, y eran, se debe decir, profesionales bastante reconocidos en el ambiente con muy buena didactica. Antes del corralito, uno de sus pacientes (de un alto cargo en un Banco) Advirtió a su dentista y amigo lo que ocurriría, le recomendó que sacara TODOS SUS DÓLARES del banco. Uno de los dos doctores lo hizo sin dudar, el otro, un entreriano de origen más o menos humilde, no lo hizo. Pensó que sería «traicionar» su patria. De algún modo creyó que era una actitud egoísta que podía contribuír a fundir el país. El tema es que, devaluado el peso, debió llevar a cabo acciones legales para recuperar lo suyo, no sin pérdidas ni poco estress. Su idea no era del todo descabellada. Si la mayoría hubiera pensado como él tal vez las consecuencias hubieran sido otras, o mejor, tal vez no hubieramos llegado a esas consecuencias. Pero lo cierto es, que en determinadas instancias, nos toca ser los MALOS DE LA PELÍCULA. Siempre fuí empleada, pero a la hora de sentir empatía puedo hacerlo tambien por el jefe, que lejos de la fantasía del terrateniente/heredero/codicioso/ «oligarca» , a menudo es una persona que arriesgó e invirtió dinero, tiempo y esfuerzo en concretar una empresa que luego dará trabajo a otros. El empleado pude perder su trabajo, pero el empleador tambien puede perderlo todo y es mucho más. A veces no se considera esto, socialmente la condena es para el empleador que despide, pero se dicen muchas cosas que no consideran los hechos en todas sus aristas.
    Un beso!

  10. Realmente genial este blog! No soy un adicto a la PC, todo lo contrario, me tira mucho el papel. Tras leer «pasión por emprender» de Andy, caí de casualidad y ya olvidé cómo en este lugar. Pero el punto es que no puedo parar de leer. Gracias por tanta información a todos. A Santiago, a todos los que comentan… Realmente interesante!!! Recomiendo «el libro negro del emprendedor» de Fernando Trias de Bes
    Saludos, permiso, y gracias nuevamente…

Responder a PAOLA Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *