La cultura Twitter y el fin de la atención

22-07-2010

Brain stimulation

Las clases que estamos teniendo en Singularity University son absolutamente increíbles. Una oportunidad única de escuchar oradores que te vuelan la cabeza. Y sin embargo hay algo que me deja profundamente preocupado: lo que más me llama la atención mirando lo que sucede en las clases desde una cierta distancia es que, por más que queramos, los estudiantes no logramos prestar atención de manera sostenida.

Parece como si la cultura de la brevedad reflejada en Twitter o TED (cuanto más corto mejor) hubiera destruido nuestra capacidad de sostener el foco de nuestra atención más allá de unos pocos minutos.

Tal vez sea porque hace demasiados años que estuve en un aula. O quizá porque en ese momento no teníamos una computadora cada uno sobre la mesa. O porque, aún cuando la hubiéramos tenido, no estaba el mundo entero a un click de distancia. Pero la realidad es que mis experiencias previas sobre lo que significa «estudiar» eran estar entre 40 minutos y dos horas, sentado y escuchando atentamente la mayor parte del tiempo.

Cuando empezó a pasarme a mí me preocupé. Pasados unos 15 minutos de clase, incluso en temas que me resultaban fascinantes, me descubría a mi mismo distraído, sin siquiera notar el momento en que mi mente se había «desconectado». Como eso que a veces nos pasa cuando leemos un libro cansados: descubrimos que desde una página atrás hemos «pasando nuestros ojos por todas las letras» y sin embargo no hemos registrado nada.

Entonces empecé a mirar a mi alrededor. Y lo que ví me preocupó aún más: no era un tema mío. A todos a mi alrededor les estaba pasando lo mismo. En medio de una espectacular charla, una oportunidad única de escuchar a oradores increíbles, la gente estaba en Twitter, en Facebook, en Wikipedia, leyendo email, etc.

Algunas de las distracciones eran relevantes, como chequear algún website mencionado por el expositor o un artículo de Wikipedia relacionado con la charla. Muchas otras eran completamente desconectadas. Ninguna de ellas, ni aun las relevantes, eran buenas. Pero de repente tener una ventana para espiar lo que estaba sucediendo en miles de otros lugares (leyendo tweets, mirando FB) resultaba un atractor irresistible para nuestra atención, más allá de nuestra propia voluntad. Como quien sabe que no debe pero no puede evitar probar esa torta de chocolate.

Un tiempo atrás alguien me dio el ejemplo de cómo cambiaron los guiones de las series de TV si comparamos las series de los 70’s y 80’s con las series de hoy en día. Antes cada episodio contaba una historia. Hoy ninguna serie pone al aire un episodio donde al menos no vayan entretejiéndose al menos tres tramas paralelas y simultáneas. Ver un capítulo de, digamos, Starsky y Hutch o CHIPS hoy en día nos resultaría insoportable, al punto que hasta hay quienes dicen que pueden abreviar uno de los episodios viejos en apenas 7 minutos sin perder nada de información.

Algo de eso, evidentemente fue lo que descubrió Chris Anderson al crear TED. Lo mismo sucede con formatos como Ignite y Pecha Kucha. Todo contenido tiene que encajar en los contadísimos minutos que nuestras mentes pueden prestar atención hoy en día. La charla de TED de Sir Ken Robinson en Youtube tiene más de 1.400.000 vistas. La misma, más desarrollada, en versión completa de 83 minutos no llega hoy a 60.000. Es decir, de todas las personas que vieron esa charla y quedaron fascinados con las ideas que Ken Robinson presenta, menos del 5% vio un video más largo sobre el tema.

Estoy seguro que a muchos también les pasa algo de esto en las relaciones con sus seres queridos. Nos descubrimos a nosotros mismos mirando el celular o la compu en momentos en que estamos con nuestras parejas, nuestros hijos, nuestros amigos.

Pareciera un mecanismo de adaptación de nuestros cerebros para ajustarse a la hiperestimulación a la que desde hace unos años estamos sometidos. Pero lo que resulta adaptativo para el «multitasking» resulta destructivo para la capacidad de estar atentos a algo en particular.

Ante esto no puedo dejar de pensar que con este cambio estamos, sin casi darnos cuenta, perdiendo algo muy valioso: la posibilidad de estar realmente presentes allí donde estamos.

No sé si el grupo de estudiantes en SU somos representativos de lo que pasa en general. Me interesa saber si ustedes creen que este es un fenómeno general o sólo una locura más de un grupo de personas en el extremo de la hiperconectividad. Y si este es realmente un fenómeno que llegó para quedarse, ¡cómo debería cambiar la educación en función de esto?

Yo siempre fui un gran defensor de la hiperconectividad. En este momento ya no estoy tan seguro.

Foto: Austin Kleon

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140 Comentarios

  1. Me gustó ver este post en la última Oblogo 🙂

    Leyéndolo, se me venían miles de imágenes a la cabeza de momentos semejantes.

    Últimamente, implementé «los días sin compu». De vez en cuando, hago períodos de abstinencia. Y me encantan. Paso cerca de una compu y digo (no en voz alta, eh) «no te voy a tocar…»

    Jejeje.
    Tal vez por eso me gusten tanto los haikus y los limericks. Los dos son estilos de poesía hiper breve. O los microrelatos. Para textos buenos y breves, te recomiendo darte una vuelta por aquí: http://andresneuman.blogspot.com/

    Un saludito.

  2. Buenisimo la entrada. Menos mal que pones algunas oraciones en negrita, asi no hay que leer todo y puedo seguir twiteando 🙂

    Es una gran realidad, muchas veces veo artículos que pueden ser interesantísimos y los descarto por ser muy extensos. En lo personal me pasa mucho que estoy en el trabajo por ejemplo y no puedo dedicar mucho tiempo a leer algo y solo lo guardo para leer después (cosa que pocas veces ocurre).

  3. Primero que nada, estoy contento que te encontré por twitter después de leer la nota en Inc. El libro de Any cambió mi vida (para mejor) y vos sos parte de ello con lo cual estoy súper agradecido con vos y con Andy.

    Respecto a este post una masa que estés cursando en la SU! me entero recién… escucharlo da hope 🙂

    …y respecto a la atención, recomiendo ver Brain Rules de John Medina. Aqui él adelanta un poco y pone unos slides:
    http://www.brainrules.net/attention?scene=

    Básicamente la cosa es que si algo no nos emociona, aunque sea un poco, entonces hay complicaciones para guardar esa información (memoria) o renovar el interés en un asunto. Ayudaría si los profesoreas fueran un poco más actores y fueran más entretenidos teniendo buen timming de humor (eso explica porqué funcionaban muy bien las clases un profe que nos enseño quantica en la UBA que era un personaje genial, nunca nos dormíamos y eso que teniamos clase hasta los viernes a las 23h!!!). Medina ahi cuenta unas historias simáticasque corroboan eso también.

    Lo otro es que la atención es probablemente el recurso más escaso que hay. Escribí un ensayo sobre eso aqui:
    http://sebastianconcept.com/brandIt/lucidity-is-the-new-capital

  4. Efectivamente este cambio se ve muy reflejado en las tramas de las series de tv e incluso en las novelas (escenas cortas y diálogos concisos, para pasar rápido a otro tema así nadie se aburre y haga el temido zapping). Imaginate Santy que si este cambio está me la tv no es solo un problema de los alumnos de SU. Comparto tu opinión: peligramos no llegar jamás al contenido real de nada, si saltamos de tema en tema. Como dice un viejo refrán nada tecnológico pero muy grafico: »quien mucho abarca, poco aprieta».
    Yo vengo esquivando este virus, como mucho lo que suelo hacer es leer dos libros a la vez (uno light para mi diario viaje en tren y otro mas exigente a la noche, en la tranquilidad de mi casa). Pero adelante de una pc soy un desastre, salto de un tema a otro como si fuera una carrera y mas de una vez me perdí datos fundamentales por no prestar la debida atención.

  5. Es realmente importante estar conectado con todo/s? queda algun espacio para el vacío reparador en el que tenemos oportunidad de digerir lo que estamos viviendo? A veces me descubro malhumorada, preocupada o simplemente tensa y me detengo para descubrir en qué momento mi estado de ánimo cambió, entonces, siguiendo una espiral de noticias, pensamiento, emoción, reacción, otra idea, otra sensación, otro recuerdo, llego a un dato aparentemente inofensivo que desencadenó todo esto. No puedo evitar pensar en todo el desperdicio de energía mental y emocional. No puedo dejar de pensar en aquellas tardes que me pasaba en soledad, mirando por la ventana de mi cuarto con una taza de café, las noches acostada en el techo plateado por la membrana mirando el cielo lleno de pecas, absolutamente capaz de no pensar en casi nada y disfrutando el misterio de la vida…Extraño estar desinformada de tantas cosas y absolutamente conectada con mi espíritu. El mundo es un universo confuso, agotador y conflictivo cuando estamos demasiado lejos de la intimidad del silencio y la quietud. Con los años desarrolle una habilidad para estar y no estar, cuando ponemos esa habilidad en práctica para salirnos de una tarea rutinaria y tediosa y trasladarnos mentalmente a una idea apasionante que estamos alimentando, hemos ganado. Cuando lo hacemos sin darnos cuenta, por un reflejo compulsivo que nos impide desconectarnos, perdimos ese instante único e irrepetible. Ahora.

    1. buena respuesta. tambien extraño no pensar en nada..pensaba que era algo propio de la niñez/ juventud… pero ultimamente veo q no es asi

  6. las redes sociales llamese facebook twiter o cualquiera si han logrado ocupar el tiempo de las personas pero creo que no por ello han logrado relacionarlas .Tengo de ejemplo mi sobrina con 1300 y más de amigos y familia como dicen ellos sin embargo ya pesar de sus largas horas en la computadora solo tiene un pequeño número de personas con las que se intercambian algun comentario o comparten algun gusto en común, mi esposo con menos cantidad de contacto pero con gente que conoce de siempre como primos .compañeros de colegio etc. le pasa algo similar solo uno que otro comentario banal pero dicho por él nada interesante y sique tan incomunicado con esas personas como era antes de conectarse con ellas Yo por mi parte me niego ha integrar estas redes sociales no por miedo ni por ignorancia pero sigo prefiriendo las conversaciones cara a cara que me miren a los ojos cuando me hablan y a la vez hacerlo yo también .darle a todos su tiempo y no como me pasa a veces que estoy sentada con mi esposo y suena el maldito celular anunciando alguna mensaje o actualizacion nueva de los contactos que tiene (porque ahora tambien tenemos facebook en el celular). SEque soy antigua pero por ahora me resulta porque yo si me siento conctada a los que quiero y ese placer no me lo da ninguna red social.

  7. Internet trajo aparejada una forma de pensar, aprender y vivir «multitask» como bien decis Santi. Hoy en día pensamos con hipervínculos… si en mitad de un artículo hay algo/alguien que nos interesa se googlea sobre el tema y nuestras ideas se van conformando «horizontal» o «transversalmente». NO en forma lineal.
    Obviamente la educación debería cambiar y acompañar esto.. métodos modernos. Por supuesto que nos orientamos hacia la educación por internet pero mientras tanto… qué hacer para acompañar este crecimiento?
    Se me ocurre como actualmente existe al final de capítulos de libros (cortos) un apéndice con páginas de internet, charlas TED, links a videos o artículos relacionados para profundizar en los temas. La comunicación alumno/profesor debería complementarse virtualmente compartiendo el conocimiento que existe en la web.

    Con el tiempo el rol alumno/maestro se va a ir disipando.. somos todos alumnos de una gran web de contenidos!

  8. Esta muy buena la visión de la realidad actual y que todos vemos hoy en día, especificamente me intereso la reflexión final sobre si deberíamos o no modificar, cambiar u orientar la educación hacía eso.
    Viéndolo desde el punto en que hoy en día cada vez existen mas casos de niños con problemas de atención o mas conocido como ‘Deficit de Atención e Hiperactividad’ el cual contrasta y choca mucho con el sistema educacional actual, lo cual es tratado como ‘un problema’ por muchos profesionales y en muchos casos directamente medicado para paliarlo o tratar de encauzar a que el niño preste atención, lo que me parece casi abominable.
    Teniendo esto como premisa y luego analizando la realidad actual, en la que inclusive adultos que antes tenían esta capacidad y la perdieron, se puede llegar a trazar una relación ni mas ni menos que de temporalidad, me refiero a la relación de los tiempos que corren en cuanto lo relacionado con el articulo (conectividad, multitasking, etc) y las capacidades o modos con los que están naciendo las nuevas generaciones, y como siempre el sistema educacional desde sus origenes con tendencias correctivas y rígido, mas que realmente enseñar a pensar, es el que se encarga de no permitir el desarrollo natural y pone trabas a la evolución de las razas y los seres humanos. Recordemos que los sistemas educacionales originales estaban muy ligados a la iglesia también.

  9. Ya no estamos aquí ni allá. Ya no estamos en ningún lugar. La atención fragmentada nos aprisiona en un vórtice de extrañamiento. Nuestra vocación de infinito puede dejarnos inermes, extenuados, enajenados. Yo también fui un defensor de la hiperconectividad. Ahora no sé. Quizás no haya retorno. Habrá que esperar le evolución de esta vorágine informativa.

  10. Excelente el artículo. Creo que es un tema muy complejo. Si bien ha cambiado mucho la forma de atender y debemos adaptar la educación a esta atención más multifocal y dinámica, también deberíamos poder educar a los chicos para que tengan la capacidad de desconectarse de todo para concentrarse y disfrutar de una actividad como puede ser la lectura de un cuento o una película o un juego con amigos. Los adolescentes están totalmente viciados con los blackberries y no tienen la menor capacidad de desconectarse para conectarse con los que están (como el video «disconnect to connect» que está tan bueno). En cuanto a los adultos, no todos están hiperconectados, los que estamos tendríamos que autorregularnos porque muchas veces es una falta de respeto a los demás.
    Lo que más me molesta o preocupa es cuando veo madres con sus bebes o hijos chiquitos y que no pueden soltar el celular, casi no disfrutan de sus hijos, no les prestan atención, no los miran a los ojos… eso es triste.
    Tal vez estemos cada vez más entrenados para muchos trabajos pero por otro lado estamos perdiendo mucho tambien.

  11. Es cierto. A mi me sucede que cuando intento leer un texto en la pc me resulta imposible, pero si lo descargo a mi ereader (que dicho sea de paso, solo me permite leer) o lo imprimo el problema desaparece. En general creo q es por eso q aun no me compre ningun dispositivo portatil con internet, ni smartphone, ni tabet (si una notebook, pero una bien grande cosa q solo la use portatilmente en caso de necesidad). Me pasa que puedo leer los primeros párrafos de los textos o los primeros minutos de los videos, pero solo cuando estoy frente a una pantalla.
    Pero cuando apago las pantallas, la realidad es otra. Tengo mayor capacidad de concentracion (si bien no es tan grande como cuando no conocia internet).
    Y con respecto a los seres queridos, mi novio me presiono tanto para q olvide revisar constantemente el celular, que comencé a internalizarlo y gracias a Dios ya no me pasa.
    Última aclaración : no concuerdo con quien dijo que aumento nuestra capacidad multitarea. Entre una acitvidad y otra, el tiempo que perdemos con cada interrupcion varia entre 10 segundos y 30-40, dependiendo la dificultad de lo que estamos haciendo. En realidad no somos más multitarea, sino que hacemos mas zapping.

  12. Ese es todo un tema. Yo lo vivo constantemente, es decir, es algo tan fuerte, la atracción e instantaneidad de conocer y estar actualizado de todo lo que nos interesa (y lamentablemente a veces de lo que no), todo el tiempo, que es muy complicado «resistirse» a la tentación que chequear mails, webs, twitter, facebook, o lo que sea. Lo que me pasa a mi, es que concientemente me estoy dando cuenta y trato de «equilibrar» al menos, o sea, como se dijo por ahí, «estar presente allí» y disfrutar «ese momento», con quien sea y haciendo lo que sea, pero darse cuenta y disfrutar esos momentos haciendo «sólo eso»…disfrutar, dejarme llevar y no querer estar haciendo más tareas o cosas a la vez. Es un gran desafío, sobre todo para los que estamos por nuestras ocupaciones en constante relación con la tecnología, pero en mi caso el camino es buscar ese «equilibrio», twitter, facebook, webs, blogs OK, pero también salir a caminar con mi novia, tomar un helado, charlar con amigos, leer un libro, reflexionar sobre un tema, salir a respirar a la naturaleza y hacer «sólo eso», jaja, volver a ser monotarea y bajar la velocidad de mi vida por unos momentos. Se puede. Saludos desde Santa Fe =)

  13. Su conclusion es que perdimos» la posibilidad de estar realmente presentes allí donde estamos». Pero justo la tendencia es estar donde y con quien queremos estar a cualquier momento! Lo describe bien justo una presentacion TED que dio Sherry Turle: Connected but alone: http://www.ted.com/talks/sherry_turkle_alone_together.html Y claro lo mas obvio es cuando estamos con una persona y apenas lo miramos cuando habla porque ya estamos atraidos por otra noticia, buzz, imagen, estatus facebook, et..

    Otro punto muy importante que menciona es que no tomamos el tiempo de leer…solo nos quedamos a la superficie de las cosas. Aunque a menudo necesitamos ese tiempo para pensar despues y mientras nuestra lectura, para poder criticar y construirnos.
    Y aun mas como ciudadanos (de su pais, del mundo)

    Saludos desde Paris

  14. Es más que cierto, igualmente nos desconcentramos en la medida que nos restringimos de ver esa ventana. Actúa como un lubricante de la atención…

  15. Coincido plenamente, Santiago. Cuando no me descubro yo en esa preocupante situación, me lo hacen sentir personas que generacionalmente no están hiperconectadas. Autoindagándome, esa capacidad desarrollada del multitasking me hace sentir orgulloso, hiperadaptado, irremediablemente consciente de que esa habilidad de «sobrevuelo permanente» me quita profundidad.

    Frente a ello, creo que es imperativo para nosotros los hiperconectados dedicarnos cotidiana y genuinamente a la práctica de la meditación, que facilitará el autoconocimiento, una saludable ralentización de nuestros tiempos, y el foco concentrado que hace hábito, despeja y limpia nuestras mentes.

    Un abrazo!

  16. Coincido plenamente, Santiago. Cuando no me descubro yo en esa preocupante situación, me lo hacen sentir personas que generacionalmente no están hiperconectadas. Autoindagándome, esa capacidad desarrollada del multitasking me hace sentir orgulloso, hiperadaptado, irremediablemente consciente de que esa habilidad de «sobrevuelo permanente» me quita profundidad.

    Frente a ello, creo que es imperativo para nosotros los hiperconectados dedicarnos cotidiana y genuinamente a la práctica de la meditación, que facilitará el autoconocimiento, una saludable ralentización de nuestros tiempos, y el foco concentrado que hace hábito, despeja y limpia nuestras mentes.

  17. Coincido plenamente, Santiago. Cuando no me descubro yo en esa preocupante situación, me lo hacen sentir personas que generacionalmente no están hiperconectadas. Autoindagándome, esa capacidad desarrollada del multitasking me hace sentir orgulloso, hiperadaptado, irremediablemente consciente de que esa habilidad de «sobrevuelo permanente» me quita profundidad.

    Frente a ello, creo que es imperativo para nosotros los hiperconectados dedicarnos cotidiana y genuinamente a la práctica de la meditación, que facilitará el autoconocimiento, una saludable ralentización de nuestros tiempos, y el foco concentrado que hace hábito, despeja y limpia nuestras mentes.

    Un abrazo!

  18. Muy interesante tu articulo!
    Otra de las causas que note, el menos en mi, es que trabajamos guiados por el inbox del outlook. Si estas concentrado en algo siempre vas a cortar para ver que mail llego, y si pensas en cerrarlo por un momento te preguntas que pasa si nos necesitan para algo urgente…

  19. Es realmente muy interesante. En su último libro Nicholas Carr, desarrolla ampliamente este tema que, como adicto a Internet que se reconoce, le preocupa y obsesiona bastante. El título en si ya es relevante: Superficiales. Tuarus 2011

  20. Santiago: Hay mucha gente pensando sobre este tema en el mundo. Quizás conozcas a Sherry Turkle que ha publicado «Alone together» hace algo más de un año. La pérdida de la atención es una de las victorias más alarmantes de la sociedad capitalista sobre la filosofía. La reflexión es lenta, profunda, recursiva y no tiene lugar en un mundo TED/Twitter/Pinterest, etc. (solo por decir cualquier ejemplo). En España, México, Argentina se está eliminando esa materia en el colegio secundario. Debería llamarnos la atención!

  21. Santiago: (recién vi este post con tu mail de aniversario de 5 años del blog)

    Siempre me intereso saber como sostener una audiencia atenta. Y me encontré, como vos, viendo que me pasaba a mí.

    Creo que la desconexión, o bajo tiempo en un solo tema, que veo desde que entrenaba a infantiles en el club hace muchos años, siempre estuvo ahí. Pero era mas difícil notarlo a simple vista.

    Recuerdo que estudie que la cabeza puede procesar, aproximadamente, 10 veces mas rápido de lo que hablamos.
    Mantenerse conectado con una idea nunca fue fácil, y quienes lo persiguen y logran dan un gran paso para crecer en lo que sea.

    Lo preocupante, pero creo que esta cambiando al reconocerlo, es la aceptación de estar en otro lado (celular, compu, Tablet) durante una charla, un almuerzo, etc.

    Yo a mi hija, por ejemplo, desde muy chica le pedía permiso si tenia que contestar una llamada cuando estaba con ella. Lo interesante es que eso le permitió dejar de dármelo y ver claramente que no estaba 100 % con ella.
    Ahora que ella esta con su celular, por lo menos me da bola cuando la miro y le pido que lo guarde.

    Amo la tecnología, me fascina el acceso a información en la que vivimos. Pero soy un molesto solicitando guarden los celulares en una reunión, y no es patrimonio de la generación Y el problema. Me vienen a ver gerentes de compañías, gente grande, que a los 5 minutos ya están mirando para abajo, leyendo un mail y contestándote a vos como para mostrar que te escucharon. Y se están perdiendo casi toda la oportunidad de comunicación presencial que tanto escasea hoy.

    Fuerte abrazo. (si llegaste hasta acá… estas atento) jajaja.

  22. He leído en alguna parte que el mono no logró alcanzar el nivel evolutivo del sapiens precisamente en este punto que comenta Santiago: el mono es incapáz de mantener la atención más de unos pocos segundos. En ese sentido el perro y el gato le ganan de lejos al mono. Un perro puede estar 2 horas bajo un árbol mirando fijamente a un gato sin distraerse. Lo mismo el gato: puede estar 2 horas acechando inmovil a un pajarito. Perder la capacidad de concentración es dar un paso atrás. Los medios que menciona Santiago nos convierten en mariposas que van de flor en flor sin posarse en ninguna. Antes fuimos abejas; ahora somos mariposas. Antes fuimos gatos acechando una presa; ahora somos monos distraídos. No sé cómo se arregla ésto… -Saludos.

  23. me parece que lo que estas describiendo es lisa y llanamente el principio del final del paradigma profesor activo explicando y alumno pasivo escuchando (disculpen si hay un nombre tecnico para esa interaccion)
    la migracion de paradigma se me ocurre a una educacion mas interactiva en la cual la hiperestimulacion provenga de la clase y del profesor, y no de elementos ajenos, o dicho de otro modo: que lo que este «viviendo» en esa clase en ese momento, sea lo suficientemente estimulante como para que no importe que es lo que esta pasando en twiter o facebook
    lo que entiendo por «viviendo»: experiencia no solo mental, sino tambien fisica y emocional, que permita una mejor y mas profunca conexion con la situacion educativa, involucrando todos los aspectos del alumno, no solo su habilidad de prestar atencion
    escribo desde el desconocimiento de teorias pedagojicas, no me dedico a esto ni mucho menos, simplemente me pasa lo mismo que al autor y se me ocurre que de ese modo yo mismo no solo presaria mas atencion sino que a demas asimilaria mejor el conocimiento
    como se hace? no lo se, o por lo menos no se me ocurre en este momento, a demas quizas sea EL desafio para los docentes de hoy, ya que probablemente ellos mismos tambien necesiten aprender de nuevo a enseñar bajo el nuevo paradigma

  24. Excelente reflexión Santi, estoy totalmente de acuerdo con lo que expresás. La mayor disponibilidad de conocimiento y de medios de comunicación, no están necesariamente relacionadas con el incremento de la capacidad para focalizarnos, para la interacción personal, para generar buenas ideas, y para persistir en un trabajo productivo. La cultura zapping es un atractivo peligroso, superficial y compulsivo, en donde la primera víctima es la capacidad de concentración.

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